YouTube, la plataforma de vídeo de Google, es cada vez más estricta con la censura de contenidos relativos a la Guerra de Ucrania. Un capataz lo justifica diciendo que la mayoría de los vídeos eliminados provienen de canales “afiliados al gobierno ruso”.
Rusia debe tener muchos canales “afiliados” a su gobierno porque la plataforma ha eliminado más de 70.000 vídeos y borrado 9.000 canales relacionados con la Guerra de Ucrania, según el diario británico The Guardian (*).
Uno de los motivos es el de llamar a la invasión de Ucrania una “misión de liberación”. Como suele ocurrir, más interesante que la censura masiva son los pretextos con que se visten los inquisidores.
La “violencia” es uno de esos pretextos. Youtube está en contra de una “violencia” que no se puede negar (salvo que seas un negacionista). Es algo que “se aplica a todo”, dijo Neal Mohan, jefe de producto de YouTube.
Otro pretexto es que sólo se difundan “información precisa, de alta calidad y creíble”, añadió Mohan. Da la casualidad de que los canales más fiables y mejores son los que critican la acción militar de Rusia.
Los demás, los que han enviado a la papelera, repiten la “retórica del Kremlin”. Se trata de narraciones que provienen del gobierno ruso o de actores rusos en nombre del gobierno ruso. A pesar de ello, Mohan afirma que YouTube “es un lugar donde los ciudadanos rusos pueden obtener información sin censura sobre la guerra”.
¿Sin ensura? En los últimos meses YouTube ha suspendido temporalmente las cuentas asociadas a los ministerios de Defensa y Asuntos Exteriores rusos por describir la guerra como una «misión de liberación». YouTube también prohibió en marzo a Russia Today y Sputnik, los dos principales difusores del discurso internacional del Kremlin.
Lo que YouTube está diciendo es que ha tomado partido: la censura no se dirige contra Rusia, ni contra los rusos, sino sólo contra el gobierno. Si algún ruso introduce contenidos opuestos a su gobierno, es bienvenido.
El derecho a la información tiene dos partes: una, activa, es el derecho a informar, la otra, pasiva, es el derecho a informarse. YouTube ha eliminado las dos. Casi 90 millones de rusos utilizan la plataforma de Google. Por lo tanto, hay 90 millones de rusos que no pueden conocer la opinión de su propio gobierno sobre la Guerra de Ucrania.
La semana pasada, el ministro de Desarrollo Digital de Rusia, Maksut Shadaev, dijo que su gobierno no bloquearía YouTube, a pesar de las disputas sobre contenidos que han llevado a la plataforma a ser multada por los tribunales por no retirar vídeos prohibidos.
Como buena plataforma partidista, cada vez que en el mundo hay un acontecimiento crítico, YouTube desenfunda la tijera. Durante la pandemia eliminó más de 130.000 vídeos sobre las vacunas.
En Estados Unidos ocurre lo mismos. Un contenido no es fiable porque proceda de Estados Unidos. El canal de Trump fue prohibido temporalmente después de la invasión del Capitolio al final de su mandato. Los usuarios de YouTube no tienen derecho a conocer la opinión de Trump; sólo la de sus oponentes.
(*) https://www.theguardian.com/technology/2022/may/22/youtube-ukraine-invasion-russia-video-removals