Una empresa vinculada al espionaje británico dirige la intoxicación sobre Ucrania

Una empresa formada por veteranos de las fuerzas especiales británicas, Pilgrims Group, influyó silenciosamente en la cobertura internacional de la catástrofe del vuelo MH17 al conducir a los periodistas al lugar del siniestro.

En noviembre de 2022 llegó la sentencia definitiva en el juicio contra los presuntos autores del atentado contra el vuelo 17 de Malaysia Airlines (MH17). Los ciudadanos rusos Igor Girkin y Sergey Dubinskiy, y el miliciano des Donbas Leonid Jarchenko, fueron condenados en rebeldía por el asesinato de los 283 pasajeros y 15 miembros de la tripulación del vuelo MH17. Se dictaminó que habían organizado el traslado del sistema de misiles tierra-aire Buk que supuestamente impactó contra el avión. Oleg Pulatov, el único acusado que solicitó representación legal durante el juicio, fue por el contrario absuelto de todos los cargos, decisión que los fiscales no recurrirán.

El avión malayo fue supuestamente derribado por un misil el 17 de julio de 2014, matando a los 283 pasajeros y 15 tripulantes que iban a bordo. Los veredictos de culpabilidad, que dependían en gran medida de la información proporcionada por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la conocida como Bellingcat, la organización de investigación de “código abierto” financiada por el gobierno occidental, parecían establecer una narrativa sobre la base de que Rusia y sus aliados del Donbas eran los únicos culpables.

Pero gran parte de la cobertura informativa del MH17 estuvo fuertemente influenciada por una oscura entidad llamada Pilgrims Group, estrechamente vinculada a la inteligencia británica. Dirigida por veteranos de las Fuerzas Especiales británicas, es una empresa de seguridad privada que ofrece servicios de seguridad de élite a embajadas, diplomáticos, espías e intereses comerciales de Londres en el extranjero, especialmente en entornos de alto riesgo. También entrena a militares y grupos paramilitares extranjeros, y ofrece protección a periodistas y a sus empleadores.

Fue en este último contexto en donde Pilgrims Group influyó en la cobertura mediática y, por extensión, en las investigaciones oficiales del vuelo MH17. La empresa había mantenido una presencia en Kiev desde los primeros días de la “revolución” del Maidán orquestada por Estados Unidos a finales de 2013, llevando y trayendo periodistas a los escenarios de los principales acontecimientos en Ucrania. En el proceso, mantuvo el control sobre lo que los reporteros bajo su vigilancia vieron y cómo entendieron las situaciones que encontraron.

Como tal, Pilgrims Group desempeñó un papel fundamental en el esfuerzo del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y la inteligencia británica para condenar a Rusia y a los milicianos de Donbas por el derribo del MH17. La operación comenzó mientras los restos del avión permanecían humeantes en el suelo del territorio controlado por los rebeldes y, en última instancia, impidió el inicio de cualquier investigación verdaderamente independiente.

Bellingcat reacciona sospechosamente rápido

Antes de que Malaysia Airlines anunciara públicamente que había perdido el contacto con el MH17, el entonces ministro del Interior de Ucrania, Anton Gerashenko, publicó el número de vuelo, el destino, el número de pasajeros, la forma en que se estrelló y el arma utilizada, y había culpado a Rusia y a los milicianos del Donbas de la catástrofe.

A partir de ese momento, el SBU empezó a inundar el espacio informativo con material que incluía audios interceptados de los milicianos hablando del avión derribado, así como imágenes que sus agentes supuestamente habían encontrado en las redes sociales señalando el lugar desde el que supuestamente se había disparado el misil Buk de origen ruso. Bellingcat, que se había lanzado por casualidad apenas unos días antes, aprovechó inmediatamente el diluvio de información cuidadosamente seleccionada.

Con una rapidez impresionante, este medio de comunicación financiado por los gobiernos estadounidense y británico [Bellingcat] afirmó haber trazado con precisión qué había ocurrido y cómo. Las conclusiones de Bellingcat fueron aceptadas sin el menor escrutinio crítico por los medios de comunicación occidentales, los diputados, los expertos y el tribunal del MH17, que se puso en marcha el 7 de agosto de 2014.

Mientras tanto, cualquier explicación del derribo del MH17 que no reforzara la narrativa oficial se desvaneció en el éter o fue calificada de teoría de la conspiración o “desinformación” rusa. Una contrateoría convincente para el desastre aéreo fue que el avión había sido utilizado como escudo por aviones de combate ucranianos para disuadir los ataques tierra-aire de los milicianos del Donbas.

Existen claros precedentes de este tipo de tácticas provocadoras. En 2018, por ejemplo, la fuerza aérea israelí engañó a las defensas aéreas sirias para que derribaran accidentalmente un avión espía ruso usándolo como cobertura para sus propios aviones de combate. Un documento filtrado del Joint Investigation Team señalaba que los milicianos del Donbas estaban convencidos de que las autoridades de Kiev mantenían abierto el espacio aéreo del este de Ucrania precisamente con este fin, habiendo cerrado a la inversa el de Crimea en su momento.

Además, en un vídeo publicado el 18 de junio de 2014, los milicianos expresaron su preocupación de que Kiev estuviera intentando provocar un incidente aéreo. Tres días antes de que cayera el MH17, un avión militar ucraniano que transportaba material militar y soldados a la línea del frente fue derribado sobre Lugansk. Múltiples testigos han declarado la presencia de aviones ucranianos en el cielo cercano al vuelo MH17, mientras que informes contemporáneos de la televisión local muestran un misil Buk operado por Ucrania en las inmediaciones.

Sin embargo, el Joint Investigation Team simplemente no estaba dispuesto a considerar las pruebas que divergían de la narrativa occidental establecida sobre el MH17. Y a medida que avanzaba el juicio, el equipo de defensa de Pulatov, los periodistas independientes y los investigadores que trataban de cuestionar la narrativa establecida desde hace tiempo de la culpabilidad rusa fueron objeto de ataques despiadados por parte del ejército de trolls de Bellingcat.

El bombardeo propagandístico dirigido por el SBU que siguió inmediatamente al derribo del MH17 garantizó que los milicianos acusados del ataque, y el gobierno acusado de patrocinarlos fueran rápidamente condenados en el tribunal de la opinión internacional. Esto puede explicar por qué la reacción de los medios de comunicación al veredicto de noviembre de 2022 fue tan silenciosa. A pesar de la enorme y duradera protesta mundial provocada por la catástrofe del MH17, el veredicto apenas tuvo eco entre los principales periodistas.

Sin embargo, muchos de los periodistas que habían cubierto el MH17 desde Ucrania habían estado bajo la atenta vigilancia de una organización íntimamente relacionada con los mismos gobiernos occidentales interesados en condenar a los milicianos del Donbas por la catástrofe.

Los militares británicos dirigieron la intoxicación sobre el Golpe de Estado en Ucrania

Dado que Pilgrims Group opera en gran medida en la sombra, las referencias a la empresa por parte de los medios de comunicación occidentales son extremadamente escasas. Sin embargo, los principales medios de comunicación conocen bien la empresa, que en su sitio web presume de tener “una gran experiencia en ayudar a facilitar la recopilación de noticias y la realización de películas de forma segura”. Pilgrims Group también afirma tener experiencia en garantizar que “los periodistas y el personal de producción puedan operar con seguridad y protección” en circunstancias hostiles, como “países subdesarrollados, Estados en descomposición y entornos posteriores a catástrofes”.

La empresa británica saltó a los titulares por su trabajo a finales de 2012, cuando militantes armados secuestraron a un equipo de seis personas de NBC News, dirigidos por el corresponsal jefe en el extranjero de la cadena, Richard Engel, a quien la empresa custodiaba. Engel y su equipo fueron liberados tras cinco días de cautiverio, cuando un vehículo en el que iban escoltados fue detenido en un puesto de control dirigido por el violento grupo extremista Ahrar al-Sham.

Esto dio lugar a un tiroteo, en el que dos combatientes que secuestraron al equipo murieron a manos de Ahrar al-Sham. En un principio Engel afirmó que sus captores estaban afiliados al gobierno de Bashar Assad, mientras que la NBC dio a entender que el rescate de Ahrar al-Sham fue totalmente fortuito. Investigaciones posteriores revelaron que los secuestradores estaban, de hecho, afiliados al Ejército Sirio Libre, respaldado por la CIA, y que los puestos de control habían sido organizados deliberadamente por Pilgrims Group, que elogió el “brillante trabajo” de la milicia terrorista.

Las intervenciones decisivas de Pilgrims Group en otros lugares han recibido mucha menos atención. El 3 de junio de 2014 la empresa emitió un comunicado de prensa poco difundido jactándose de su reputación como “la empresa de seguridad de referencia” para las organizaciones de medios de comunicación que operan en Ucrania en cada etapa de la “agitación política” del Maidan, trabajando con “equipos de periodistas en todo el país” durante los más importantes “disturbios”.

A pesar de que su cobertura de estos acontecimientos presumiblemente se difundió notoriamente en todo el mundo, los clientes de Pilgrims Group en Ucrania aparentemente “prefirieron no ser nombrados” debido a “la naturaleza sensible de su papel”. No obstante, la empresa se jactaba de que sus equipos estaban operativos en muchos de los “principales centros de población” del país, como Donetsk, Jarkov, Kiev, Lviv, Odessa “y en toda Crimea”.

“Pilgrims ha sido capaz de responder rápidamente a las demandas de las emisoras recurriendo a sus amplias redes para movilizar a antiguos miembros de los servicios especiales, que entraron en servicio en las 12 horas siguientes a las peticiones iniciales de los clientes (y con frecuencia bastante antes). Además, la empresa sigue manteniendo el máximo nivel de conocimiento de la evolución de la situación política en Ucrania mediante el mantenimiento de su red de contactos locales, con actualizaciones periódicas de la información sobre el terreno”.

Más detalles sobre las actividades de Pilgrims Group en Ucrania aparecen en una propuesta filtrada de junio de 2016 del Ministerio de Asuntos Exteriores para entrenar a combatientes rebeldes sirios en Jordania como parte del plan para derrocar al gobierno sirio. La empresa era fundamental para el proyecto, ya que ejecutaba “programas de entrenamiento simultáneos en todo el mundo” y, por lo tanto, mantenía una “reserva amplia y flexible” de personal que podía asignarse a la misión. El MH17 se citó como ejemplo de la rapidez con la que Pilgrims Group podía movilizar a sus operativos.

“Como empresa mundial de gestión de riesgos, Pilgrims se ve obligada habitualmente a ampliar su huella operativa y sus tareas de apoyo con poca antelación”, alardeaba la propuesta. “Pilgrims prestó apoyo a un gran número de organizaciones de medios de comunicación que operaban en Ucrania, que alcanzó un máximo de 27 equipos de seguridad activos sobre el terreno. Cuando el avión de Malaysian Airlines fue derribado sobre Ucrania […] Pilgrims generó siete equipos adicionales en seis horas”.

Esta propuesta fue presentada al Ministerio de Asuntos Exteriores por Adam Smith International, un órgano de la inteligencia británica con un amplio historial de escándalos, corrupción y colaboración con los grupos yihadistas. La empresa también financió a Bellingcat con decenas de miles de dólares en el ejercicio 2019-20.

Pilgrims Group también ha ofrecido protección a periodistas occidentales en otras zonas de conflicto. El perfil de LinkedIn de Chris Bradley, veterano del ejército británico y alto miembro del personal de la empresa, enumera su trabajo proporcionando “gestión de riesgos de seguridad a dos equipos de noticias galardonados en Ucrania (2014) y Siria (2015), incluida la cobertura del MH17”, como uno de sus mayores “logros” en la empresa.

Teniendo en cuenta el insidioso papel desempeñado por Londres y sus variados órganos de inteligencia en la configuración de la cobertura mediática mundial de la guerra civil siria, tal historial profesional plantea preguntas preocupantes sobre la participación del Pilgrims Group en influir en la cobertura informativa del MH17.

Un actor de primera línea en la guerra de la información

Tras la catástrofe del MH17, los periodistas occidentales acudieron en masa al lugar del accidente mientras el Servicio de Emergencias de Ucrania se apresuraba a recoger los cadáveres. Sin embargo, las labores de recogida se interrumpieron tras recibir disparos del ejército ucraniano, y los trabajadores de emergencias se marcharon en cuanto llegaron al lugar del siniestro representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE). Pero los reporteros bajo la atenta mirada del Grupo de Pilgrims Group se quedaron y siguieron informando.

En los meses siguientes, mientras los cuerpos restantes se pudrían al sol, los observadores de la OSCE y los milicianos del Donbas dejaron con frecuencia los restos del MH17 sin vigilancia durante largos periodos. Hasta noviembre de 2014 no se despejó completamente el terreno. Durante ese tiempo, poco habría impedido a agentes malintencionados manipular, eliminar o plantar pruebas incriminatorias en el lugar.

Para poder operar en Ucrania, Pilgrims Group necesitaba la aprobación del gobierno del país, así como de los servicios de seguridad e inteligencia locales. Dado el intenso fervor con el que estos mismos actores trataron de cimentar la culpabilidad del Kremlin por el MH17, el trabajo de Pilgrims Group en la gestión de la protección y los viajes de los reporteros occidentales proporcionó una herramienta lógica para ayudar a este esfuerzo, ya que sus operativos eran literalmente capaces de mirar por encima de los hombros de los periodistas mientras trabajaban.

Los espías consideran el MH17 un campo de batalla de la desinformación

Otro componente extremadamente curioso y hasta ahora no revelado de la controversia del MH17 es el papel clandestino desempeñado por los “cruzados de la información” de Londres en la configuración de la percepción pública del suceso. Estas operaciones comenzaron casi en el preciso momento del accidente.

Los archivos filtrados relacionados con las actividades de Integrity Initiative, una unidad de propaganda en la sombra del Foreign Office formada por veteranos militares y de los servicios de inteligencia británicos, contienen innumerables referencias a la lucha contra las “narrativas” del Kremlin en torno al MH17. Por ejemplo, uno de sus operativos figuraba en los documentos como “comentarista continuo” en el estudio de LBC, una de las mayores emisoras de radio británicas que llega a millones de oyentes semanalmente, la noche del incidente.

En las solicitudes de financiación del Ministerio de Asuntos Exteriores en 2018, Integrity Initiative propuso organizar grupos focales con audiencias rusas y rusoparlantes seleccionadas, a las que se invitaría a “refutar los análisis occidentales de las historias clave de los medios” (por ejemplo, MH17, Litvinenko, Skripal, dopaje) y a que explicasen por qué apoyaban “narrativas contrarias” sobre estos temas, que apuntaban lejos de Moscú.

Los resultados de este esfuerzo se compartirían con las agencias de inteligencia británicas y los miembros de los “clusters” de la Iniciativa en el extranjero -redes secretas de espías, académicos, periodistas, expertos y políticos- para ayudar a combatir estas “narrativas” a través de los medios de comunicación y las redes sociales. En particular, todos los miembros de los grupos de Integrity Initiative están formados en el arte del troleo en internet.

Integrity Initiative fue una de las diversas empresas de propaganda lanzadas por una oscura unidad del Ministerio de Asuntos Exteriores conocida como Counter Disinformation and Media Development (CDMD). La unidad está supervisada por el alto funcionario de inteligencia Andy Pryce, que controla personalmente al periodista británico Paul Mason y probablemente a muchas otras personalidades de los medios de comunicación. Su cometido declarado es debilitar la influencia del Estado ruso en los países de la antigua Unión Soviética, el Pacto de Varsovia y Yugoslavia.

Una fábrica de trolls

El buque insignia de este esfuerzo multimillonario es Open Information Partnership (OIP). Aunque la OIP se ha presentado como un esfuerzo de base para luchar contra la “desinformación” del Kremlin, los archivos filtrados relacionados con el proyecto dejan muy claro que es, de hecho, una “fábrica de trolls” patrocinada por Gran Bretaña. A través de un nexo financiado de forma encubierta por ONG “independientes”, verificadores de hechos, medios de comunicación y periodistas ciudadanos de Europa Central y Oriental, la iniciativa inunda el entorno mediático con un flujo incesante de propaganda antirrusa.

Entre los “socios” fundadores de la OIP estaba Bellingcat. Durante los tres primeros años de su existencia, Bellingcat formó a las organizaciones participantes “en investigación de código abierto e investigación de medios sociales”, al tiempo que “desarrollaba un cuadro de organizaciones con un conjunto de habilidades forenses digitales”. Mientras tanto, recaudó grandes sumas del Ministerio de Asuntos Exteriores. Su investigación sobre el MH17 se citó explícitamente como punto de referencia para esta actividad en los documentos fundacionales de la Asociación.

En un principio, la red de la OIP también pretendía incluir a la “redacción independiente sin ánimo de lucro” Correctiv, con sede en Berlín, que publicó múltiples investigaciones en las que se culpaba a Rusia del MH17. Aunque algunos de estos trabajos fueron premiados, una evaluación secreta de la redacción, financiada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, reconoció que su información sobre el accidente “carecía de una investigación en profundidad y de la debida diligencia”. Sin embargo, la “excelente” reputación pública del medio lo convirtió en “quizás el más impresionante” de todos los posibles miembros de la OIP.

Para avanzar en sus maquinaciones antirrusas, el CDMD encargó amplios análisis de audiencias-objetivo de las poblaciones de Bielorrusia, Estonia, Letonia, Lituania, Moldavia, Ucrania y los Balcanes Occidentales a lo largo de 2017. La inteligencia británica indicó que buscaba información sobre la “percepción y actitud actual hacia Rusia” de los ciudadanos de estos países, especialmente con respecto a la “gestión” del Kremlin de acontecimientos como el Brexit, la crisis siria y el MH17.

Al mismo tiempo, organismos británicos como Integrity Initiative y Pilgrims Group ayudaron a gestionar la opinión pública occidental sobre el MH17 como parte de una agenda más amplia para cultivar el resentimiento popular hacia Rusia.

Pilgrims Group gestiona los medios de comunicación que cubren la Guerra de Ucrania

Estas mismas entidades siguen dando forma a la percepción occidental de los acontecimientos en Ucrania hasta el día de hoy. En una evaluación de competencia de mayo de 2022, en la que se describe la presencia de Pilgrims Group en Europa del este, se menciona que la invasión rusa “desencadenó un rápido aumento” de sus operaciones en Kiev.

Pilgrims Group ha proporcionado “redes de apoyo, incluyendo logística y equipamiento, a los equipos de medios de comunicación que cubren el conflicto”, y ha incorporado “docenas” de “consultores de seguridad” en las filas de “casi todas las principales organizaciones internacionales de noticias” activas en el país”. Sorprendentemente, el comunicado añade que todos los equipos de seguridad del Pilgrims Group en Kiev cuentan con “antecedentes en la policía especial ucraniana o en el Ministerio de Defensa”.

Una vez más, Pilgrims Group se ha hecho con el control efectivo de dónde pueden viajar los periodistas, qué ven y a quién entrevistan en un conflicto. Sin embargo, a pesar de contribuir a dar forma a la percepción pública de una guerra por delegación de Occidente, la empresa se las ha arreglado para permanecer convenientemente en la sombra.

—https://thegrayzone.com/2023/03/05/british-intelligence-firm-mh17-news/

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