Ayer el sindicato SUD Aérien Solidaires instó a los trabajadores del aeropuerto Roissy-Charles-de-Gaulle de París a rechazar la carga de material militar con destino a Israel en el vuelo AF966 de Air France.
En su comunicado de prensa, SUD Aérien afirma que el cargamento estaba destinado al ejército israelí e instó a los trabajadores a no participar “de ninguna manera, en operaciones logísticas que puedan contribuir a los crímenes que se están cometiendo actualmente en Gaza”.
SUD Aérien califica la situación en la Franja de Gaza de “genocidio” y considera que cargar equipo militar a Israel equivale a “contribuir a los crímenes”. El sindicato también denuncia la actitud del gobierno francés, al que acusa de negar la realidad de los envíos de armas a Israel.
La CGT expresó su apoyo a la iniciativa, declarando en un mensaje que “nunca se debe hacer cómplice a un solo trabajador de Roissy, contra su voluntad, de un crimen de guerra ni de la transferencia de armas a un Estado que viola el derecho internacional”.
El diputado Thomas Portes también apoyó el llamamiento, felicitando a los sindicalistas que “se niegan a ser cómplices del genocidio y llaman a todos los trabajadores a negarse a cargar con estos equipamientos mortales”.
“¡Desobedecer es un deber ante el genocidio cometido contra el pueblo palestino!”, declaró.
La acción surge tras un llamamiento lanzado el 17 de junio por varios sindicatos, entre ellos SUD-Rail, SUD Transports y SUD Aérien, instando a los trabajadores del transporte ferroviario, aéreo, por carretera y logístico a rechazar cualquier transporte de material potencialmente militar a Israel.
En las últimas semanas se han llevado a cabo acciones similares en varios puertos, como Fos-sur-Mer (Marsella), Génova y Tánger, donde los estibadores bloquearon cargamentos sospechosos de estar destinados al ejército israelí.
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