En 2007 uno de los eurodiputados que investigó los centros de tortura de la CIA en Europa, Giovanni Fava, descubrió en Ucrania una de aquellas cárceles secretas, así como una pista de aterrizaje que fue utilizada por los aviones que transportaban a los yihadistas detenidos de un país a otro.
El año anterior la cadena rusa RTR había divulgado un documento del ejército ucranio con las órdenes para construir un centro para alojar a 10 presos y a 10 guardias y una carta del Ministerio de Exteriores ucraniano de julio autorizando el aterrizaje en Ucrania del ya famoso Gulfstream IV N85VM, uno de los jets privados utilizados en 103 vuelos de la CIA.
La cárcel secreta estaba en un bosque próximo a Kiev, cerca de la frontera con Polonia. Según Fava se trata del complejo militar Makarov, un edificio con galerías subterráneas y cercado con alambradas.
En una rueda de prensa Fava y su colega italiano Giulietto Chiesa citaron el documento del ejército ucraniano autorizando el aterrizaje de un avión Gulfstream operado por la CIA en cinco ocasiones en agosto de 2005. “El avión fue utilizado sistemáticamente por la CIA”, dijo Fava en la rueda de prensa.
Anteriormente la CIA utilizó el avión para el traslado del clérigo egipcio Osama Moustafa Hassan Nasr, también conocido como Abu Omar, que fue secuestrado en una calle de Milán, antes de ser trasladado a bases militares estadounidenses en Italia y Alemania y, finalmente, a Egipto.
En septiembre de 2006, el presidente estadounidense, George Bush, reconoció la existencia de una red de cárceles secretas que la CIA utilizó para interrogar a sospechosos de terrorismo antes de enviarlos al penal de Guantánamo.
No es ninguna casualidad que la mayor parte de las cárceles secretas de la CIA estuvieran emplazadas en los países que habían formado parte del antiguo bloque socialista, reconvertidos en colonias de Estados Unidos y sus centrales de inteligencia.
En un informe publicado en 2007, el investigador suizo Dick Marty acusó a la CIA de dirigir prisiones secretas en Polonia y Rumanía para interrogar a los yihadistas. Afirmó que los prisioneros solían estar encadenados y esposados, desnudos y aislados.
Según el informe del Parlamento Europeo, algunos países europeos habían aceptado y ocultado el secuestro de al menos 21 yihadistas detenidos, así como su traslado a cárceles clandestinas, donde se les interrogó en muchos casos bajo tortura.
El informe calculó en al menos 1.245 los vuelos de la CIA sobre territorio europeo. Entre 2002 y 2007 pasaron por España medio centenar de vuelos con dirección a Guantánamo. El transporte de los secuestrados se llevó acabo con el conocimiento de los gobiernos respectivos, dijo Fava.
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A los presuntos yihadistas detenidos…