En las últimas semanas han crecido las especulaciones en los medios internacionales sobre la existencia de un acuerdo entre ambos países, alimentadas por el silencio de Turquía ante el protagonismo de Rusia en la batalla por la liberación de Alepo.
Los rumores crecieron cuando Turquía intervino decisivamente para que las últimas unidades del Frente Al-Nosra que operaban en el este de Alepo depusieran las armas, por lo que el ejército regular ha podido liberar la ciudad siria por completo.
“Nosotros no ve os así las cosas. No es que tengamos ningún acuerdo. No tiene ninguna relación” ha declarado esta mañana un alto responsable del Ministerio turco de Asuntos Exteriores que no ha querido revelar su nombre.
Las declaraciones se producen la víspera de una reunión consagrada a Siria que se celebrará en Moscú y en la que participarán responsables de la diplomacia rusa, turca e iraní. Los ministros de Defensa de los tres países también participarán en la reunión, ha admitido el Ministerio ruso de Defensa en un comunicado.
“Los rusos han propuesto que Turquía, Rusia e Irán se reúnan para discutir una solución, en un primer momento para Alepo pero se podría ampliar a otras regiones de Siria”, explicó el alto responsable turco.
Este tipo de declaraciones hay que interpretarlas en el contexto del transpaso de poderes en Washington. Turquía amaga pero aún no ha dado pasos efectivos para salir de su tradicional situación de servidumbre en la que ha vivido desde 1945. Ciertos diplomáticos turcos confían en que Trump les ofrezca el protagonismo que hasta ahora se les ha venido negando, que no consiste sólo en la extradición del clérigo Fetullah Gülen.
La batalla de Alepo ha puesto de manifiesto una coordinación muy avanzada entre las unidades turcas que operan en el norte de Siria desde el mes de setiembre, y el mando ruso.
Fuera del contenciosos sobre Siria, lo mismo cabe decir de amplio paquete de medidas económicas convenido con Rusia, especialmente el trazado del oleoducto por debajo del Mar Negro que llevará gas ruso a Turquía y, muy posiblemente, a los Blacanes y el sur de Europa.
A pesar del acercamiento a Moscú, en Ankara algunos círculos oficiales siguen hablando de la salida de Bashar Al-Assad del gobierno. “De ninguna manera podemos mantener contactos con el régimen sirio”, afirmó el funcionario, desmintiendo algunas informaciones que han circulado en Oriente Medio sobre un encuentro secreto con delegados del gobierno de Damasco. “Con los rusos nos hemos puesto de acuerdo para estar en desacuerdo en esta cuestión”, concluyó el funcionario turco.