Quienes no admitimos el confinamiento no somos delincuentes, sino algo peor: dementes.
El gobierno estatal ha liberado un total de 22 habitaciones en las clínicas psiquiátricas de Altscherbitz, Arnsdorf, Großschweidnitz y Rodewisch, en las que se alojarán los rebeldes. La policía se encargará de la custodia de esas celdas.
“Es importante para la salud y la vida de todos nosotros que la gente cumpla con las órdenes de cuarentena de las autoridades sanitarias”, dice la ministra de asuntos sociales del estado, Petra Köpping, del Partido Socialdemócrata.
“Si en casos individuales se produjera una resistencia a las órdenes, es necesario aplicar por la fuerza las medidas ordenadas por las autoridades sanitarias. Para ello, se alojará a estas personas en una zona cerrada de un hospital mediante una orden judicial”.
Este castigo está previsto en el artículo 30 de la Ley Federal de Protección contra las Infecciones. En él se establece que toda persona que no cumpla las órdenes o que, sobre la base de un comportamiento anterior, se espere que no las cumpla, deberá ser “separada por la fuerza mediante el confinamiento en un hospital cerrado o en una parte cerrada de un hospital”.
Los Verdes apoyan el castigo, aunque Jürgen Kasek matiza su mala conciencia: “debe ser proporcionado”. No nos pasemos de rosca, que esto empieza a oler a algo muy feo…
El encierro forzoso es una “medida muy drástica” que afecta a los derechos fundamentales. “Por lo tanto, sólo puede ser el último recurso absoluto, si se han agotado todas las demás posibilidades”, dice Kasek.
Según la la radio MDR, hasta ahora la cuarentena se ha impuesto a varios miles de personas en Sajonia, incluyendo 3.300 en Dresde y 2.100 en Leipzig.
https://www.welt.de/politik/deutschland/article207198029/Coronavirus-Sachsen-will-Quarantaene-Verweigerer-in-Psychiatrien-sperren.html
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El italiano Darío Musso también fue internado en un siquiátrico durante
cuatro días, donde le mantuvieron a la fuerza con sedantes