Teléfono rojo: las bombas nucleares rusas vuelan hacia Washington

Cuando se habla de guerra nuclear, es posible que algunos piensen que un “botón rojo” activa el disparo, o quizá en un “teléfono rojo”, en funcionamiento desde 1963, cuando estalló la crisis de los misiles para avisar al adversario del lanzamiento de bombas nucleares.

El armamento nuclear hoy depende de dispositivos automáticos activados a distancia por equipos informáticos. En la URSS los llamaron “zveno” y, en ocasiones, “mano muerta”. Entró en funcionamiento en 1985, poco después de una importante escalada que casi condujo a la guerra entre Estados Unidos y la URSS.

Se activa como respuesta a un ataque previo de Estados Unidos. El sistema envía misiles de mando con ojivas especiales que transmiten comandos de lanzamiento cifrados a todos los portadores de armas nucleares de las instalaciones marítimas, aéreas y terrestres de las fuerzas estratégicas del ejército ruso.

El sistema hiberna mientras espera una señal procedente de la alerta temprana de ataques con misiles y no es totalmente automático. Un oficial de guardia tiene que cambiarlo al modo automático, por lo que no existe el riesgo de lanzamientos accidentales o no autorizados.

El funcionamiento del sistema depende de radares, como el que fue destruido recientemente en Armavir. Es una red de sensores que registra las señales de un ataque nuclear inminente, como actividad sísmica, radiación, presión atmosférica e intensidad de las conversaciones de radiofrecuencia militar.

Una vez activado el sistema y antes de su lanzamiento, la “mano muerta” comprueba si se ha producido una explosión nuclear en territorio ruso.

Si la respuesta es afirmativa, el sistema verifica el enlace de comunicaciones con el centro de operaciones. Si logra establecer una conexión, después de un cierto tiempo (de 15 a 60 minutos) sin señal de nuevos ataques, el sistema asume que los responsables a dar la respuesta todavía están vivos y el sistema se desactiva.

Si el centro de operaciones del cuartel general no responde, el sistema envía una solicitud a “Kazbek”, el sistema automático de mando y control de las fuerzas nucleares estratégicas. Si tampoco hay respuesta, el sistema transfiere automáticamente la autoridad de lanzamiento al personal del búnker de mando e inicia las represalias.

Los canales a través de los cuales la “mano muerta” recibe su información son redundantes, para eliminar la posibilidad de que se le pase información falsa.

En los años treinta del siglo pasado “zveno” eran los cazas que escoltaban a los bombarderos estratégicos soviéticos en vuelo. El término pasó luego a denominar al puesto de mando aéreo, que incluye el control aerotransportado del avión Il-86VKP, el relevo de radio aerotransportado del avión Il-76RT, misiles de mando basados ​​en silos “Perimeter” y misiles de mando móviles “Gorn”.

En una crisis nuclear, tres Il-86VKP llevarían a bordo al Comandante en Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas, al ministro de Defensa y al Jefe del Estado Mayor, respectivamente. El Il-86VKP es capaz de desplegar una antena de 8 kilómetros de largo, que ni siquiera una explosión nuclear puede afectar.

A través de la antena, el avión transmite instrucciones para lanzar los misiles intercontinentales del país, incluso si todos los puestos de mando subterráneos fueran destruidos por el ataque nuclear del agresor. El avión de retransmisión de radio Il-76RT emitiría órdenes de lanzamiento de misiles a áreas remotas, incluidas aquellas desplegadas en submarinos.

De esta manera, la “mano muerta” garantiza un ataque de represalia devastador en caso de interrupción de las comunicaciones y destrucción de los puestos de mando tras el primer ataque nuclear sorpresa del adversario. Sus misiles de mando lanzan sus ojivas al espacio, donde ningún satélite hostil o explosión nuclear puede alcanzarlas y desde allí activan las fuerzas nucleares para devolver el primer golpe.

La disolución de la URSS en 1991 provocó una profunda crisis social y económica. El ejército ruso también entró en un período de desmantelamiento. En 1995 la “mano muerta” fue retirada del servicio de combate, hasta la llegada de Putin al gobierno con el cambio de siglo.

En 2011 se confirmó oficialmente que la “mano muerta” había vuelto a entrar en servicio. El exitoso lanzamiento de prueba del misil 15Yu75 tuvo lugar en Plesetsk en 2016. Además, se ha modernizado. En 2019 el Ministerio de Defensa ruso firmó un contrato para el nuevo complejo de misiles Sirena-M, la variante más moderna del sistema de misiles de mando de la “mano muerta”.

En 1990 comenzaron las pruebas del misil Sirena-M, que se basa en la primera versión del misil balístico intercontinental Topol. Todas se llevaron a cabo con éxito.

comentario

  1. Las élites plutócratas del Régimen Imperial Anglosionista 🇺🇸🇬🇧🇮🇱 deberán pensárselo muy bien antes de iniciar un primer golpe nuclear.

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