El lanzamiento del satélite Zafar falló, reconoció el ministro de Telecomunicaciones iraní, Mohammad Javad Azari Jahromi.
Lanzado a las 7:15 p.m., el satélite alcanzó el 90 por ciento de su trayectoria planeada a una altura de 540 kilómetros, según dijo el portavoz del Departamento Espacial del Ministerio de Defensa, Ahmad Hosseini, a una cadena de televisión pública.
“El Simorgh [lanzador] propulsó con éxito el satélite Zafar al espacio, pero no alcanzó la velocidad necesaria para poner el satélite en la órbita planeada”, reconoció.
“Hemos logrado la mayoría de los objetivos que teníamos y hemos adquirido datos, y en un futuro próximo, analizando esos datos, daremos los siguientes pasos”, dijo Hosseini.
“¡Somos invulnerables! ¡En el futuro tendremos unos satélites iraníes maravillosos!”, dijo el ministro de Telecomunicaciones.
El lanzamiento se produce en un contexto de intensificación de las tensiones entre Teherán y Washington desde que en mayo de 2018 Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo sobre el programa nuclear del Irán, seguido del restablecimiento de las sanciones.
En el pasado Washington también ha advertido sobre el programa espacial de Irán, calificando el lanzamiento por parte de Teherán de un cohete satelital en enero del año pasado como una violación de una resolución de la ONU destinada a limitar el desarrollo de sus capacidades balísticas.
El 1 de febrero, el jefe de la Agencia Espacial, Morteza Berari, dijo que la fabricación del satélite Zafar “comenzó hace tres años con la participación de 80 científicos iraníes”.
El satélite pesaba 113 kilogramos y era capaz de dar la vuelta a la Tierra 15 veces al día, dijo, añadiendo que Zafar fue diseñado para estar operativo “durante más de 18 meses”.
Su principal misión era recopilar imágenes, dijo, subrayando las necesidades de Irán en este área, incluyendo el estudio y la prevención de terremotos, desastres naturales y el desarrollo de su agricultura.
“Este es un nuevo paso para nuestro país”, añadió, recordando que Irán ya había logrado poner un satélite en órbita a 250 kilómetros de la Tierra.
Berari insistió en que Irán es un país comprometido con la utilización pacífica del espacio. “Todas nuestras actividades en el espacio son transparentes”, manifestó.
Sin embargo, al mismo tiempo, la Guardia Revolucionaria anunció un misil balístico de corto alcance que, según dijeron, puede ser propulsado por un lanzador de nueva generación diseñado para poner satélites en órbita.
“Es nuestra clave para llegar al espacio”, dijo el general Hossein Salami, jefe de la Guardia, que aludió a un lanzador con una boquilla móvil que permite maniobrar más allá de la atmósfera.
En enero del año pasado, Teherán anunció el fracaso del lanzamiento de su satélite Payam, destinado a recoger datos sobre medio ambiente, que fue descrito por Washington como una provocación y una violación de la Resolución 2231 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Dicha resolución pide a Irán que se abstenga de toda actividad relacionada con los misiles balísticos diseñados para transportar ojivas nucleares, incluidos los lanzamientos que utilizan tecnología de misiles balísticos.
Teherán dice que no tiene planes de adquirir armas nucleares y asegura que sus programas balísticos y espaciales no violan esa resolución.
En septiembre Irán confirmó que se produjo una explosión en una de sus plataformas de lanzamiento de satélites debido a un problema técnico, lo que dio lugar a un mensaje de mofa por parte de Trump en Twitter.
El lanzamiento de Zafar se produce dos días antes del 41 aniversario de la Revolución Islámica de 1979 y dos semanas antes de las elecciones legislativas.
En Irán internet ha sido objeto de ataques informáticos en los últimos dos días, según un funcionario del ministerio de Telecomunicaciones, que no aclaró el origen de dichos ataques.