El 14 de marzo, un ataque a gran escala con misiles y cohetes pesados golpeó a los traficantes de petróleo en las áreas ocupadas por Turquía. Eran dos los objetivos. El primero fue el cruce de Al-Himran, que se encuentra cerca de la ciudad de Jarabulus en la frontera con Turquía. El segundo fue el pueblo de Tarhin, al norte de la ciudad de Al-Bab, con una red de refinerías improvisadas e instalaciones de almacenamiento de petróleo.
Los videos y fotografías mostraron una vista apocalíptica, con incendios masivos y nada más que destrucción.
El 6 de marzo, los traficantes de petróleo sufrieron pérdidas catastróficas por los ataques con misiles en Tarhin y Al-Himran en Alepo. Más de 200 almacenes fueron destruidos. La «organización de rescate» de los Cascos Blancos dijo que cuatro personas murieron en el ataque. Al menos otras 42 personas resultaron heridas y, según informes, algunas de ellas se encuentran en estado crítico.
Hay una gran cantidad de videos y fotografías de ataques a traficantes de petróleo a partir de principios de enero de 2021 en adelante. Inicialmente, los ataques se atribuyeron a atacantes desconocidos. En los primeros días del nuevo año, hubo numerosos informes de «misteriosos ataques con misiles» contra los contrabandistas de petróleo que truncaron el maná de petróleo casi gratis a Turquía, y que roban en Siria.
Pero las pocas noticias que ha habido al respecto lo han hecho desde otro punto de vista: el de los traficantes de petróleo. Si se le preguntara a la clase dirigente occidental, dirían que son emprendedores y parte de la oposición moderada y que le están haciendo un favor al pueblo sirio. Quitarle el petróleo al «régimen sangriento de Assad» es, después de todo, algo bueno. Y en consecuencia, el «dictador» ha truncado una «esperanza comercial». Estos «emprendedores» son la principal fuente de financiación del ISIS y, algunas empresas intermediarias, tienen sede permanente en Estados Unidos.
Está claro que Damasco y Moscú se han unido para impedir este «desarrollo empresarial» del norte de Siria. Comenzaron por desmantelar el negocio petrolero del Estado Islámico, y luego pasaron al negocio respaldado por Turquía.