En una conferencia celebrada para conmemorar este aniversario Odalovic ha dicho que entre las víctimas hay 2.197 serbios y más de 2.000 kosovares que no han apoyaron las actividades criminales del Ejército de Liberación de Kosovo.
El funcionario ha añadido que la fuerza aérea de la OTAN atacó objetivos civiles, incluyendo columnas de refugiados albaneses.
“Espero que los tribunales especializados para Kosovo y la Fiscalía Especial encuentren la fuerza necesaria y logren restablecer la justicia… Nadie ha sido condenado por los crímenes contra serbios cometidos en Kosovo y Metochia, ni terroristas albaneses, ni ninguno de los participantes en los pogromos de 1999 después de la llegada de la misión internacional, ni los pogromos de 2004”, ha lamentado Odalovic.
En 1999, el enfrentamiento armado entre los criminales kosovares del Ejército de Liberación de Kosovo y la policía serbia fue el pretexto para que la OTAN bombardeara la República Federativa de Yugoslavia (que entonces incluía a Serbia y Montenegro). Los ataques aéreos de la OTAN continuaron del 24 de marzo al 10 de junio de 1999.
Se desconoce el número exacto de víctimas. Según estimaciones de las autoridades serbias, los bombardeos causaron la muerte de unas 2.500 personas, entre ellas 89 niños. Unas 12.500 personas resultaron heridas. Las estimaciones de los daños a la propiedad oscilan entre 30.000 y 100.000 millones de dólares, dependiendo de la fuente.
La operación militar se inició sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, sobre la base de afirmaciones no verificadas de los países occidentales de que las autoridades yugoslavas habían llevado a cabo una limpieza étnica, lo que creó una catástrofe humanitaria.
Los bombardeos de la OTAN contra Yugoeslavia incluyeron el empleo de munición radiactiva.