La agencia espacial Roscosmos ha presentado una importante innovación tecnológica: el primer prototipo del motor cohete más potente del mundo, que lleva el nombre RD-171MV.
El nuevo motor es obra del grupo de investigación Energomach, una de las filiales de Roscosmos. Es similar a una central eléctrica y fue diseñado para la nueva lanzadera espacial Soyuz-5.
Es de propulsión líquida y destaca de todos los demás de su clase por superar un empuje excepcional de 800 toneladas, una capacidad sin precedentes que lo coloca a la cabeza de los motores cohete más potentes jamás construidos.
El motor le suministra a la lanzadera una capacidad de carga y potencia de propulsión sin precedentes, abriendo nuevas perspectivas para la exploración espacial.
Roscosmos no se conforma con un solo motor. Actualmente está ensamblando otro RD-171MV, destinado a impulsar la segunda prueba de vuelo del lanzador Soyuz-5. La agencia espacial rusa quiere garantizar la potencia de su nueva tecnología a través de una serie de pruebas convincentes.
En una nota de prensa, Roscosmos afirma que está trabajando en la finalización de una tercera unidad del motor RD-171MV para otro lanzador, programado para agosto. Posteriormente, la agencia espacial planea comenzar a probar el motor y su entrega masiva, marcando una nueva era en el campo de la tecnología de motores de cohetes.
A mediano y largo plazo la industria espacial rusa recibirá varios instrumentos de diferentes clases adecuados para resolver una amplia gama de tareas. Los nuevos operadores proporcionarán programas de investigación prometedores, así como también fortalecerán la posición en el mercado de lanzamientos espaciales.
Los motores de la serie RD-170 fueron concebidos en tiempos de la Unión Soviética. Quema keroseno y oxígeno Lox en cuatro cámaras de combustión, todas alimentadas por una turbobomba de una sola turbina y un solo eje con una potencia nominal de 170 MW (230000 caballos de vapor) en un ciclo de combustión por etapas.
Los motores de cohetes soviéticos empezaron a agrupar pequeñas cámaras de combustión alrededor de una sola turbina y bomba. A principios de los cincuenta, muchos diseñadores de motores soviéticos, incluido Valentin P. Glushko, solucionaron los problemas de inestabilidad de la combustión al diseñar cámaras de empuje más grandes. Resolvieron el problema utilizando un grupo de cámaras de empuje más pequeñas.