Primero Estados Unidos exigió subir el gasto militar hasta el 2 por cien del PIB, luego fue el 3 por cien, pero nunca es suficiente. En su discurso ante los eurodiputados, el secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte, dijo el 13 de enero que los aliados “tendrán que gastar más y un objetivo de más del 3 por cien [del PIB] parece probable”.
“La seguridad no es gratuita”, añadiño Rutte. “En términos generales, gastar más en defensa significa gastar menos en otras prioridades, pero puede marcar una gran diferencia en nuestra seguridad futura”, antes de sugerir que había que recortar los derechos sociales para gastar más dinero en armamento.
“De media, los países europeos gastan fácilmente hasta una cuarta parte de su renta nacional en pensiones, sistemas de salud y seguridad social, y sólo necesitamos una pequeña fracción de ese dinero para reforzar la defensa”, señaló. “Si no lo haces, estarás a salvo ahora, pero no en cuatro o cinco años. De lo contrario, tendrás que tomar clases de ruso en casa o mudarte a Nueva Zelanda”, dijo.
De paso, Rutte cuestionó la viabilidad de la autonomía estratégica europea y rechazó la exclusión de la industria armamentística estadounidense del futuro Programa para la Industria Europea de Defensa (EDIP).
“Es estupendo tener una especie de OTAN europea, pero olvidémonos del 2 por cien. Será necesario subir hasta el 8, 9 ó 10 por cien. “Si realmente lo queremos, tendremos que construir nuestra propia capacidad nuclear y eso llevará 15 ó 20 años si queremos construir una OTAN europea sin Estados Unidos”, argumentó Rutte.
Unos dias después, tras una sesión del Consejo de Defensa del Estado, Lituania indicó que seguiría a Polonia y aumentaría su gasto militar a un nivel muy superior al 3 por cien del PIB. “En la Reunión Estatal de Defensa, tomamos una decisión verdaderamente histórica […] respecto a la financiación sostenible de nuestra defensa nacional. Acordamos que destinaremos entre el 5 y el 6 por cien del PIB anual a la defensa en el período 2026-2030”, dijo el presidente lituano, Gitanas Nauseda.
Según datos de la OTAN, el presupuesto militar lituano ascenderá a 2.133 millones de euros en 2024, lo que supone el 2,85 por cien del PIB. “La posibilidad de una agresión militar rusa sigue siendo real, pero no es inevitable. Necesitamos incrementar significativamente nuestros esfuerzos para fortalecer la defensa y la disuasión y dedicarles más recursos”, afirmó Nausėda, quien olvidó que aunque Lituana multiplicara su presupuesto militar por cien, no tendria ninguna posibilidad frente a Rusia.
Por eso Lituania alberga un batallón multinacional y un destacamento aéreo de la OTAN. “Nuestra seguridad está garantizada por nuestra pertenencia a la Alianza. Pero sólo será eficaz si estamos preparados para defendernos. Nuestras fuerzas armadas deben tener armas, equipo y personal adecuados. Todo esto debe recibirse en tiempo oportuno. Sólo en este caso las inversiones en defensa serán rentables y tendrán el máximo efecto disuasorio”, añadió.
En cuanto a la financiación de ese importante esfuerzo armamentista, el presidente lituano explicó que se garantizará en parte “renunciando a funciones posiblemente inútiles en otros ámbitos de la vida pública”, que no se atrevió a concretar.
“Debemos entender que el enemigo [Rusia] está reconstruyendo y desarrollando sus capacidades de manera rápida y eficiente, estamos viendo una intensificación de los ataques híbridos. También debemos actuar”, afirmó Dovile Sakaliene, ministra de Defensa de Lituania. “Hoy hemos demostrado una voluntad política unida para que en 2030 podamos disponer de una división de infantería plenamente operativa integrada en los planes de defensa de la OTAN”, afirmó.