¿Por qué los cirujanos portan mascarilla en el quirófano?

La mascarilla quedará para la posteridad como el símbolo por antonomasia de esta pandemia y de sus peores delirios. Es al coronavirus lo que el condón al Sida en los años ochenta del siglo pasado.

Muchos creen que las mascarillas sirven para algo porque lo asocian a los hospitales y, por lo tanto, a la sanidad. El emblema aparece en las intervenciones quirúrgicas, donde el personal sanitario las porta. Por algo será…

Hay más de 40 años de estudios científicos al respecto. No bstante, es posible que un cirujano no sepa exactamente los motivos por los cuales es necesario ponerse una mascarilla antes de una intervención quirúrgica. Simplemente lo da por sabido.

En una intervención quirúrgica el personal sanitario se coloca mascarillas para evitar que su saliva contamine los tejidos internos expuestos de los pacientes.

El personal de cocina se pone un gorro por los mismos motivos: para eviar que caigan pelos en la comida.

La policía se pone guantes para no alterar el escenario de un crimen.

Ni el sanitario, ni el cocinero, ni el policía toman precauciones para sí mismos, por su salud, para evitar quedar contaminados.

El personal sanitario enfermo no puede entrar en un quirófano, ni con mascarilla ni sin ella. Si tiene una gripe, por ejemplo, por leve que sea, sabe que no hay ninguna mascarilla que pueda impedir la circulación del virus.

Da igual que las mascarillas sean quirúrgicas o de tela: no pueden prevenir la transmisión de ningún virus. Por eso nunca se ha recomendado el uso de mascarillas durante las epidemias de gripe estacional, por ejemplo.

Los mayores farsantes de esta pandemia (OMS, CDC, NIH, Fauci, Fernando Simón y demás) nunca dijeron que las mascarillas previenen la transmisión del coronavirus. Por eso durante la primera ola de la pandemia dijeron que no eran necesarias, porque no las había. Luego cambiaron de criterio porque ya tenían suministros. Las mascarillas empezaron a ser necesarias cuando pudieron poner una en el rostro de cada uno.

Una calle y un espacio público no son un quirófano, que minimiza los efectos negativos para la salud de quienes las usan. Los quirófanos están equipados con sistemas de intercambio de aire de gran potencia que mantienen presiones positivas, intercambian y filtran el aire ambiente a un nivel muy alto y aumentan el contenido de oxígeno de la atmósfera del quirófano. Estas condiciones limitan los efectos adversos del uso de mascarillas para el personal de la sala de operaciones.

A pesar de estas condiciones extremas de control del flujo de aire, los estudios clínicos demuestran los efectos negativos de las mascarillas: disminución de la respiración arterial de oxígeno y exceso de CO2.

El personal sanitario sólo se coloca mascarillas estériles de un único uso. No usa mascarillas de tela. No las guarda en el bolsillo. No las manipula. No las reutiliza una y otra vez. Si la operación quirúrgica se prolonga, el cirujano se la cambia en cuanto aparecen los primeros signos de acumulación excesiva de humedad, que degrada su eficacia y aumenta los efectos adversos.

En un tema así, los más aprensivos deben tener en cuenta algo importante: los virus no sólo entran por la boca y la nariz, sino también por los ojos. Deberían pensar en comprarse también unas gafas de bucear o algo parecido.

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