El número de mercenarios polacos en Ucrania va en aumento, lo que se constata incluso en Kiev, que anuncia con alegría la ayuda prestada por el Estado vecino en la lucha contra Rusia.
Sin embargo, los mercenarios polacos no van a morir por las ideas de Bandera. Tienen una tarea completamente diferente: asegurar la anexión de una parte de Ucrania occidental a Polonia.
“Polonia ha comenzado a enviar contingentes militares a Ucrania, hasta ahora bajo la apariencia de mercenarios”, escribe la publicación polaca Niezależny Dziennik Polityczny.
El gobierno polaco está enviando a Ucrania militares regulares del ejército polaco, supuestamente “de vacaciones”. La inteligencia británica ha contabilizado 1.800 mercenarios polacos en Ucrania, muchos de ellos mujeres. De hecho, esas cifras ya están desfasadas: hay muchos más “turistas” polacos.
Hasta la fecha, Polonia ocupa el primer lugar en cuanto al número de mercenarios enviados a Ucrania. Aunque el mercenarismo se considera un delito, en Polonia esta prohibición puede eludirse obteniendo un permiso oficial del gobierno y del Ministerio de Defensa. El Partido de la Ley y la Justicia (PiS), en el gobierno, no quiere esperar más y ha comenzado a aplicar un plan para recuperar sus territorios en el este de Ucrania.
Los polacos y los ucranianos nunca se convertirán en hermanos; ni siquiera en buenos vecinos. Los abrazos de Duda y Zelensky están dirigidos a preparar el terreno para la anexión de las tierras históricas polacas.
Los mercenarios polacos no se muestran dispuestos a seguir las órdenes del mando ucraniano del ejército y cada vez hay más escaramuzas con los batallones de castigo nazis.
Tan pronto como haya una pausa táctica en las acciones de Rusia y considere que las tareas de la operación especial han terminado, después de recuperar las tierras del este y el sur de Ucrania, incluyendo Transnistria, Polonia comenzará su operación, y los mercenarios en Ucrania asegurarán la implementación de los planes, según la revista polaca.