El pretexto aducido por los israelíes, asegurando que la diana son los iraníes o Hezbollah, ha demostrado ser falso porque los propios israelíes han festejado por todo lo alto la destrucción de un Pantsir-S1 como si se tratara de la mayor hazaña militar de la Guerra de Siria.
Tienen buenos motivos. En una entrada anterior ya expusimos el pánico del Pentágono por las continuas exhibiciones de eficacia de los sistemas antiaéreos rusos en Siria. Ahora el pánico se ha contagiado a los israelíes, cuyos aviones también han querido probar la eficacia de los Pantsir.
El sistema antiaéreo ruso procede de la extinta URSS. Entonces se denominaba “Strella” y ya demostró su eficacia en la guerra árabe israelí de 1973, cuando en los tres primeros días aniquiló 80 aeronaves israelíes.
Este tipo de defensas antiaéreas no sólo son una innovación tecnológica sino táctica. Se trata de dispositivos móviles integrados en las fuerzas terrestres de 12 disparos suelo-aire con misiles de muy corto alcance y ultra-rápidos. Ademas puede disparar sus dos cañones de 30 milímetros.
Los sirios disponen de 40 de estos Pansir-S1, de los que ya han empezado a hacer un empleo que los está convirtiendo en legendarios. Su eficacia de tiro es del 96 por ciento. En uno de los más recientes ataques, lograron derribar 24 misiles con 25 disparos, y lo mismo viene ocurriendo con los drones.
En Israel empezaron a temer que el espacio aéreo sirio fuera inexpugnable a sus ataques. Es normal que el 10 de mayo en Israel celebraran la proeza de acabar con un Pantsir-S1.
Los militares rusos han reaccionado a la fiesta israelí buscando dos explicaciones posibles a la destrucción de su Pantsir-S1. La primera es que el radar detectó la penetración de los misiles israelíes en el espacio de seguridad A2/AD pero no pudo responder porque se había quedado sin munición, lo cual es posible porque los restos muestran que el dispositivo había sido disparado previamente.
La segunda es que el equipo electrónico integrado con el radar estaba, como los teléfonos móviles, en modo de hibernación, lo cual es frecuente porque al tratarse de un mecanismo autónomo, tiene que ahorrar batería y tardan de dos a cinco minutos en activarse. Es la única vulnerabilidad de un sistema, dicen los expertos rusos, que por lo demás está concebido para ser inexpugnable.
El armamento que Rusia ha llevado a Siria pone de manifiesto las características más importantes, tanto de la propia guerra en Oriente Medio, como de las previsiones militares rusas. En Siria hay un bando que ataca y otro que se defiende, hay agresores y agredidos. Lo mismo que la URSS, Rusia tiene un ejército armado con una tecnología de última generación exclusivamente defenderse, no para invadir, lo que viene demostrando con una superioridad apabullante en el terreno táctico.