OTAN: una semana de juegos de guerra digital contra Rusia

Esta semana especialistas informáticos que representan a 30 países miembros de la OTAN han llevado a cabo ejercicios de guerra digital en “Berylia”, una nación insular ficticia del Océano Atlántico Norte.

Los juegos de guerra, denominados “Locked Shields” (1) por el Centro de Excelencia para la Ciberdefensa Cooperativa (CCDCOE) de la OTAN, han sido calificados por la Alianza como “el mayor ejercicio cibernético internacional con fuego real”. La OTAN organiza cada año estos ejercicios, que en esta ocación se han celebrado durante una semana en Estonia, siempre muy cerca de Rusia.

Berylia no existe, los juegos son virtuales y las explicaciones de los informáticos son mentira. En plena de Guerra de Ucrania dicen que se preparan para un ataque informático ruso, cuando lo cierto es que, entre otros objetivos, tratan de mejorar el control de la información. “Buscamos replicar problemas del mundo real”, dijo el año pasado Adrian Venables, investigador de la Universidad Tecnológica de Tallin, Estonia. “Sigue siendo muy técnico, pero [incluye] también aspectos de la información, la vertiente de los medios sociales y cómo se manipula a la gente en términos de percepción e influencia” (2).

No se puede ser más claro: quien maneja los medios de comunicación mundiales es la OTAN, que todos los años entrena a sus peones a conciencia, sobre todo cuando la guerra no es un juego sino una realidad.

Pero el masivo lavado de cerebro no es el único aspecto de los juegos de guerra. Los participantes tuvieron que defenderse de más de 4.000 ataques diferentes y mantener 150 complejos sistemas informáticos por equipo. Los atacantes formaron el “equipo rojo” y se les encomendó la tarea de comprometer diversos sistemas de Berylia, como las redes eléctricas, el control de misiones por satélite, las defensas aéreas, las plantas de tratamiento de agua, las radios de uso militar y las comunicaciones móviles.

Los ataques informáticos ficticios habían dejado las telecomunicaciones civiles y militares casi a cero. Con el caos resultante, la opinión pública del país se preocupa y estallan protestas masivas. Los países de la OTAN se enfrenten, pues, a “múltiples eventos hostiles” que tienen como objetivo los sistemas informáticos militares y civiles.

“El ejercicio de este año es significativo para los países participantes porque sus unidades de ciberdefensa han estado en alerta máxima desde el comienzo de la guerra en Ucrania”, dijo un portavoz del CCDCOE, un organismo que “ha demostrado un grado de cooperación con Ucrania en el pasado y seguirá haciéndolo en el futuro”, añadió.

Los juegos de guerra cibernéticos no son especialmente nuevos en el sector de la defensa, aunque se han generalizado entre las empresas privadas en los últimos años. La OTAN tiene previsto basarse en la “situación geopolítica actual” para desarrollar escenarios realistas a los que la ciberguerra debe responder rápidamente.

Los ejercicios de este año incluyen una simulación de los sistemas de gestión de reservas y de mensajería financiera de un banco central. Los participantes también tuvieron que responder a incidentes en los que estaba implicada una plataforma de comunicaciones móviles 5G autónoma considerada como infraestructura crítica, una primicia en los juegos.

El director del Centro de Ciberseguridad de la OTAN, Ian West, dijo que los ejercicios estaban diseñados, en parte, para ayudar a los países a comunicarse entre sí cuando los ataques se dirigen a una pieza de tecnología compartida (3).

Estos juegos de guerra no se juzgan en una escala binaria del tipo “¿Sobrevivió la infraestructura del país a un ciberataque devastador?” Hay una especie de escalafón por puntos, como en la olimpiadas. Suecia salió victoriosa de los ejercicios de los “Locked Shields” del año pasado, mientras que Finlandia y la República Checa se llevaron la plata y el bronce respectivamente.

Si de la ficción pasamos a realidades, como la Guerra de Ucrania, el acceso a internet ha sido prácticamente igual que siempre. Los ucranianos han podido mantenerse en contacto y organizarse, tanto militarmente como entre los civiles. Internet les ha permitido realizar grandes campañas propagandísticas, como la matanza de Bucha, porque Rusia no ha llevado a cabo ninguno de los ciberataques que estaban previstos en los ejercicios de la OTAN.

(1) https://ccdcoe.org/news/2022/locked-shields-2022-exercise-to-be-launched-next-week/
(2) https://www.youtube.com/watch?v=oHmVjwKi1P8
(3) https://www.wsj.com/articles/nato-cyber-game-tests-defenses-amid-war-in-ukraine-11650274203

comentario

  1. Yo veo bastante claro que la intención de los que mueven los cables es que esta guerra dure, sobre todo para que arruine (como suelen hacer las guerras) a los implicados, que son Rusia y la Unión Europea.
    Por eso EEUU, a través de la OTAN (en la cual, no lo olvidemos, EEUU manda, dado que la OTAN no tiene una estructura de mando democrática, y siempre es un general estadounidense su máximo rango), dejando que las culpas se las lleve el tonto útil de la nación ucraniana, continúa creando provocaciones: primero fue el bombardeo de las poblaciones rusas del Donbass, luego el ataque al depósito de combustible en territorio ruso, recientemente el hundimiento del Moscú, buque insignia de la flota rusa. Cabe esperar que las provocaciones continúen en la medida en que los contendientes parezcan tratar de negociar la paz.

    Lo miremos por el lado que lo miremos, la guerra de Ucrania mantiene los disensos que dificultan el comercio entre naciones que contaban con tal comercio para funcionar, así que esas naciones, simple y llanamente, se van a la ruina.

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