Un japonés de 49 años de edad murió el 11 de agosto sólo un día después de recibir su segunda dosis de la vacuna de Moderna, que se fabrica en España.
Al igual que con las dos muertes anteriores, el Ministerio de Sanidad dijo que aún no había establecido si la última muerte estaba relacionada con la vacuna. No obstante, el 26 de agosto la administración este tipo de vacunas quedó en suspenso en Japón.
A principios del mes pasado, dos japoneses de 30 años sin problemas de salud subyacentes murieron a los pocos días de recibir su segunda dosis de la vacuna Moderna. Más de dos millones y medio de dosis han ido a parar a la basura al descubrir que contenían fragmentos de acero inoxidable.
En una declaración conjunta con el distribuidor local Takeda Pharmaceutical, Moderna declaró: “Se trata de un suceso trágico, y la pérdida de vidas humanas es algo que nos tomamos muy en serio. Extendemos nuestras más profundas condolencias a sus seres queridos”.
“La rara presencia de partículas de acero inoxidable en la vacuna Covid de Moderna no supone un riesgo indebido para la seguridad del paciente y no afecta negativamente al perfil de beneficios/riesgos del producto”, añadió la multinacional.
En consecuencia, Moderna admitía que el acero inoxidable de las vacunas de Moderna no procede de “impurezas” o de una “contaminación casual” en el proceso de fabricación o envasado, sino que es un coadyuvante del fármaco.
Por lo tanto, tampoco es algo propio sólo de algunos lotes.
—https://www.theguardian.com/world/2021/sep/07/third-person-dies-in-japan-after-taking-contaminated-moderna-coronavirus-vaccine