Entre 100 y 200 miembros de Hamas han quedado atrapados en un túnel en el sur de la Franja de Gaza y el general Eyal Zamir, jefe del Estado Mayor israelí, les ha ofrecido una alternativa: “O se rinden o los eliminamos”.
El dilema no es meramente militar; es político, hasta el punto de que Trump, preocupado por el futuro del alto el fuego, ha enviado a Steve Witkoff, su asesor especial, y a Jared Kushner, su yerno, para intentar encontrar una solución de compromiso durante las conversaciones con Netanyahu.
Los estadounidenses temen que la eliminación de estos resistentes ponga en peligro el alto el fuego vigente desde el mes pasado y bloquee las negociaciones sobre el despliegue de una fuerza internacional en la Franja.
Un dirigente de las Brigadas Ezzedine Al Qassam, el brazo armado de Hamas, descartó cualquier compromiso: “El enemigo debe saber que el concepto de rendición no existe en nuestro vocabulario”.
A causa de su aislamiento, a Netanyahu le resulta cada vez más difícil ignorar los deseos de Trump. La distribución de ayuda humanitaria a los palestinos, que antes gestionaba el Ministerio de Defensa israelí, ahora está controlada por el Centro de Coordinación Cívico-Militar.
Esta organización, que incluye a 200 soldados estadounidenses, supervisa las operaciones junto con personal militar de unos diez países, entre ellos Francia. Tiene su sede en Kiryat Gat, al sur de Tel Aviv. Organiza la entrega de la ayuda, coordina los movimientos de los convoyes de camiones y garantiza que los suministros lleguen a la población.
El margen de maniobra de Netanyahu se reduce cada vez más en favor de su aliado estadounidense, el único apoyo significativo del Primer Ministro en el ámbito internacional. Es muy probable que el gobierno israelí se vea obligado a mostrar flexibilidad y permitir que los militantes de Hamas atrapados en el túnel salgan a salvo al exilio, probablemente a Egipto, o que se les permita cruzar a una zona de la Franja de Gaza controlada por la resistencia palestina.
El escenario del exilio se contempla en uno de los 20 capítulos del plan de paz de Trump. Una vez liberados los rehenes, los miembros de Hamas que se comprometan con el plan de paz y el desarme serán amnistiados. A los que deseen abandonar la Franja de Gaza se les garantizará el paso a un tercer país.