Más de 1.600 manifestantes han sido detenidos en Estados Unidos por solidarizarse con Palestina

La Universidad de Columbia ha estado en el centro de la revuelta estudiantil contra la colaboración de Estados Unidos a las matanzas israelíes en Gaza. Organizaron un campamento de protesta contra Israel, lo que desencadenó una ola de acciones similares en otros campus universitarios.

No se trata sólo de un movimiento de solidaridad. Lo que los estudiantes denuncian es la complicidad de las Universidades de Columbia, Yale y Harvard con el genocidio israelí.

Es una parte del movimiento BDS. En Columbia los estudiantes exigen que el rectorado ponga fin a sus inversiones en los gigantes tecnológicos Amazon y Google, que tienen un contrato de 1.200 millones de dólares con el gobierno israelí para crear bases de datos.

En Yale exigieron que la universidad desinvierta en “todas las empresas fabricantes de armas que contribuyen al ataque israelí contra Palestina”. la Universidad tiene programas de intercambio estudiantil con siete universidades israelíes. Harvard tiene tres, mientras que Columbia mantiene relaciones con cuatro.

Muchas de estas protestas han sido violentamente reprimidas. La rectora de la Universidad de Columbia, Nemat Minouche Shafik, ordenó a la policía de Nueva York dispersar el campamento de 50 tiendas de campaña, lo que acabó con la detención de 100 estudiantes de Columbia, incluida la hija de una congresista estadounidense.

Los estudiantes también fueron suspendidos y se les dijo que no podrían completar su semestre académico. En Yale, 50 manifestantes fueron detenidos por “allanamiento de morada”. En Ohio los manifestantes fueron golpeados y sometidos a descargas eléctricas. Unos 300 solidarios fueron arrestadas por la policía en Columbia durante las protestas.

En total, según un recuento de Associated Press, más de 1.600 manifestantes han sido detenidos en todo el país desde los enfrentamientos iniciales.

Horas después de que el rectorado desmantelara el campamento de Princeton, cientos de estudiantes ocuparon un patio central, llevando libros, ordenadores portátiles y lienzos en blanco para crear unal “Universidad Popular para Gaza”. El profesorado se unió a ellos para impartir clases y dirigir debates.

Unas quince universidades llamaron a la policía y estallaron protestas en una treintena de instituciones de educación superior de todo el país.

‘Seguid adelante porque sois nuestra única esperanza’

Las protestas estadounidenses se extendieron a las universidades británicas, aunque recibieron menos atención mediática. En el Trinity College de Cambridge, un retrato de Lord Balfour, el ministro de Asuntos Exteriores británico responsable de una declaración que reconocía un supuesto hogar judío en Palestina, fue profanado y acuchillado antes de ser retirado por la universidad.

En Londres las organizaciones de solidaridad han convocado 13 movilizaciones desde el inicio de la guerra. En su persistencia y magnitud, las protestas solo son comparables a la manifestación de más de un millón de personas contra la decisión de Tony Blair de invadir Irak, que en 2003 fue la mayor de su tipo.

El movimiento de protesta está teniendo un profundo impacto en la propia Gaza, porque por una vez, el pueblo palestino bajo ataque no se siente abandonado a su suerte. El periodista y creador de contenido palestino Bisan Owda dijo: “Seguid adelante porque sois nuestra única esperanza. Y les prometemos que nos mantendremos firmes y siempre les diremos la verdad. Y, por favor, no permitan que su violencia los atemorice. No tienen más remedio que silenciarlos y aterrorizarlos porque están destruyendo décadas de lavado de cerebro”.

Los judíos contra el sionismo

La guerra en Gaza está provocando un debate sin precedentes en las comunidades judías de todo el mundo. A la cabeza de la revuelta contra el sionismo se encuentra una nueva generación de judíos que participan cada vez más en las manifestaciones. Es el caso de Sion Assidon, que se debate entre la vida y la muerte en un hospital de Rabat.

Los judíos están horrorizados por lo que se está haciendo en su nombre. Horrorizados porque su religión se ha transformado en una apología de la limpieza étnica. Horrorizados porque su herencia se ha convertido en una licencia para matar.

La detención de más de 100 estudiantes solidarios con Palestina en Columbia es el peor acto de represión en los campus universitarios de Estados Unidos desde hace décadas. Cuando el rectorado de Columbia solicitó a la policía que detuviera a cientos de manifestantes, la universidad normalizó una cultura represiva.

La causa palestina está ya en todas partes

Estos acontecimientos tendrán consecuencias. En el futuro inmediato, el movimiento de solidaridad con Gaza ha reavivado la causa palestina como nunca. Los grafitis descoloridos que conmemoraban las batallas de la OLP en los campos de refugiados de Líbano han sido reemplazados por nuevos símbolos brillantes que celebran el ataque del 7 de octubre. El triángulo invertido que representa a Hamas saltando en paracaídas sobre los muros de Gaza, también está por todas partes.

El aumento de la solidaridad también ha revertido años de planificación destinados a desconectar la causa palestina del mundo árabe.

Palestina está ya en todas partes. Todas las encuestas lo demuestran. Israel, por otra parte, se encuentra en el banquillo de los acusados.


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