Manual rápido de economía para tirarte el rollo

Seguramente te habrás preguntado muchas veces qué es Standard & Poor’s, Moody’s y cosas parecidas. Habrás pasado de página cuando te hayas encontrado con esos nombres. Ahora es tu momento. Sabiendo estas cosas siempre quedas muy bien. En un pispás te voy a enseñar lo que es eso y cómo funciona para te tires el rollo de entendido ante tus colegas.
Las agencias de calificación de riesgo (rating), como Standard & Poor’s y Moody’s, son como los profes del instituto: en lugar de dedicarse a enseñar, se dedican a poner notas y, además, te convencen de que la nota refleja exactamente no sólo lo que sabes sino incluso lo que no sabes.
Pero no es exactamente así. Los profes puntúan muchas cosas. Por ejemplo, si eres el típico que se sienta en la fila del final y no prestas atención a sus sabias palabras, si eres un revolera que les complicas la vida en clase, te bajan la nota aunque seas un genio.
Ahora bien, aprende este truco: si en clase tienes la fea costumbre de protestar, te van a bajar la nota, pero si protestas contra la nota después de que te la pongan, entonces lograrás que te suban la puntuación. Ten en cuenta lo siguiente: tú sabías lo mismo antes y después de ella, así que la nota no depende exactamente de tus conocimientos sino de tu protesta.
La nota no depende de lo que sabes sino de lo que explicas y de la manera de hacerlo. Si haces el examen bien pero tienes faltas de ortografía, te bajan la nota, aunque el examen sea de física.
¿Por qué los alumnos no puntúan a sus profesores? Piensa en uno de tus profes y pregúntate: ¿cómo le calificarías tú?, ¿cómo se calificaría él a sí mismo?
La respuestas es: porque poner nota es una relación asimétrica, de dominación, entre alguien que sabe (el profe) y alguien que no sabe (que eres tú).
Muy importante: tienes que tener en cuenta que el profe tiene jefes y que la nota puede depender de ellos más que del profe. Si eres un tarugo pero tu tío es amiguete del director del instituto, pasarás de curso porque el director hablará con el profe para haga la vista gorda.
Lo mismo ocurre con las agencias de calificación como Standard & Poor’s: se dedican a poner notas a los Estados como si ellos lo supieran todo y los Estados y las empresas no supieran tanto.
Pero los profes de Standard & Poor’s son como los curas cuando se sientan en el confesonario a escuchar los pecados contra el Sexto Mandamiento de la Ley de Dios: saben algunas cosas pero no saben lo fundamental, que es hacer cosas tales como echar un polvo.
Aunque no se hayan acostado con nadie, han escrito infinidad de manuales de cómo echar un polvo. Recuerda que Standard & Poor’s es una empresa de otra empresa, que es McGraw-Hill, una editorial estadounidense dedicada a los lavados de cerebro de los pobres universitarios de medio mundo.
Standard & Poor’s dice a los demás cómo tienen que hacer cosas que ellos nunca han hecho. Juegan con el dinero ajeno como quien va al casino a apostar con los billetes de otro. En su vida ha elaborado el presupuesto de un Estado, por ejemplo.
En 2012 Italia inició una investigación judicial contra Standard & Poor’s por especular en la bolsa en su propio beneficio.
En 2008 Standard & Poor’s cambió la calificación de Perú en menos de 30 días. Una de dos: o se equivocó antes, o se equivocó después, o se equivocó en ambas ocasiones, que es lo mas probable.
Pero si una agencia se equivoca, ¿no está demostrando que no sabe? No me refiero a que no sabe calificar sino que no sabe nada de nada, o sea, que pone las notas al azar, como hacen algunos profes.
Y si un profe pone las mejores notas a los que menos saben, ¿qué pensarías?
En 2001 Standard & Poor’s otorgó la máxima puntuación a Islandia cuyo sistema bancario, siete años después, entró en coma. Los islandeses votaron en referendum que no iban a devolver el dinero extranjero invertido.
Antes de la crisis de 2008, Standard & Poor’s otorgó la máxima puntuación a las hipotecas basura, a Lehman Brothers y a otros bancos ruinosos.
El otro día Standard & Poor’s suspendió con un cero a Rusia, cuya deuda es el 9 por ciento del PIB. La de España es el 97 por ciento, diez veces más, y tiene mucha mejor nota. ¿Qué opinas?
China tiene una agencia de calificación que se llama Dragon Global Credit, de cuyas puntuaciones ningún medio de comunicación se ha hecho eco nunca, que sepamos. ¿No tienen ni idea los profes chinos?
El rollo que te tienes que tirar ante tus colegas es el siguiente: la puntuación que otorga Standard & Poor’s a Rusia es la que le ordena su jefe, que vive en la Casa Blanca. Forma parte de las sanciones económicas con las que intentan doblegar a Putin.
Es una lección exclusiva (y gratuita) de este manual rápido. No te lo contarán en ningúna facultad de economía del mundo.

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