Lo destaca el Informe anual de la Profesión Periodística 2016 de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), presentado por su presidenta, Victoria Prego, y que está basado en una encuesta realizada a 1.833 periodistas entre septiembre y octubre del año pasado.
“La precariedad laboral, el subempleo en los salarios –no bajos, sino ínfimos– atentan directamente contra la libertad de los periodistas de una manera gravísima”, resaltó Prego, que ha subrayado que “sin libertad de criterio en la información se atenta contra el derecho del ciudadano a recibir información libre”.
Si en 2012 había un 25,1 por ciento de periodistas que manifestaba no haber sido nunca presionado “para alterar partes significativas de su trabajo”, este año el porcentaje ha descendido en 4 puntos, según la APM, para la que el tema de las presiones “empeora año tras año”.
Las presiones sobre el periodista, en general, proceden de personas allegadas a la propiedad o la gestión del medio e incluso no es “infrecuente” que provengan también del ámbito de los profesionales de la comunicación corporativa, según este estudio.