El imperialismo dicta lo que es mejor para nuestra salud, queramos o no, y también dicta lo que debemos comer, nos guste o no. No se trata sólo de la carne, sino de una fruta, como los aguacates, que el diario británico The Guardian ha puesto bajo el punto de mira de los seudoecologistas (1).
La conclusión que nos quieren inculcar es que el aguacate es un artículo de lujo que se produce a gran escala, como si fuera un alimento básico. Los trabajadores no deberían regodearse de ese tipo de manjares, reservados a un público más selecto.
La campaña de The Guardian contra el aguacate comenzó en 2018, cuando se hizo eco de las protestas de los campesinos chilenos porque los cultivos dedicados a la exportación secaban los acuíferos (2). El periódico descubría el saqueo característico de las grandes potencias y las consecuencias sopbre la agricultura local del Tercer Mundo, que son las mismas para el aguacate que para cualquier otra mercancía o materia prima dedicada a la exportación.
No hay, pues, nada nuevo bajo el sol. El aguacate es el “oro verde”, una fruta con grandes propiedades nutritivas, la demanda mundial se dispara cada año y los grandes productores, como México, dedican la producción a abastecer el mercado mundial.
En Estados Unidos sólo un tercio de los aguacates que se consumen se cultivan en el interior del país. De los dos tercios restantes, nueve de cada diez proceden de México. El otro 10 por ciento procede de Chile, Perú y la República Dominicana, según el New York Times (3).
Los precios se disparan. En Estados Unidos aumentó en 2019 un 130 por ciento en comparación con el año anterior (4). El manjar resulta inaccesible para los bolsillos de la población local que los cultiva y para los trabajadores de las grandes metrópolis que los consume, a los que no queda otro remedio que la comida basura.
A los argumentos económicos, The Guardian suma los seudoecologistas: la huella de carbono y el excesivo consumo de agua. Como suele ocurrir, las políticas verdes hacen de la necesidad virtud: el aguacate y sus derivados, como el guacamole, deben ser un artículo de lujo porque es bueno para “luchar” contra el cambio climático.
(1) https://www.theguardian.com/food/2021/nov/01/end-of-the-avocado-why-chefs-ditching-the-unsustainable-fruit
(2) https://www.theguardian.com/environment/2018/may/17/chilean-villagers-claim-british-appetite-for-avocados-is-draining-region-dry
(3) https://www.nytimes.com/2017/01/27/business/economy/importers-tax-mexico.html
(4) https://www.bbc.com/mundo/noticias-49209380