En el último partido del Barcelona contra el Alavés, el futbolista argentino Kun Agüero cayó desplomado sobre el césped y para tapar los efectos adversos de las vacunas que recibió los medios lo califican como “arritmia cardiaca”.
Este tipo de sucesos es ya común, en el fútbol y en otros deportes, y merecería la pena ser estudiado con detenimiento en una investigación epidemiológica seria… si hubiera algún interés real por la ciencia.
El Times informa de un fuerte aumento de los infartos en el oeste de Escocia. Sin embargo, para tapar las verdaderas causas el periódico recurre a un truco bastante común: no son las vacunas sino el coronavirus.
El hechos es que los infartos comunes y potencialmente mortales, han aumentado en el oeste de Escocia, lo mismo que en otros lugares, y lo mismo sucedió antes con los derrames cerebrales.
Durante el verano el número de personas que acudieron al hospital Golden Jubilee de Clydebank con arterias parcialmente obstruidas que cortaban el suministro de sangre al corazón aumentó un 25 por ciento. Normalmente, el centro, que es el mayor de su clase en Reino Unido y trata a pacientes de cinco regiones sanitarias, atiende a 240 pacientes al mes con ese tipo de infarto, pero esa cifra aumentó a más de 300 en mayo, junio y julio de este año.
Los médicos buscaron un patrón entre los pacientes para ver si un menor acceso a los controles sanitarios durante la pandemia o un historial de “infección por coronavirus” podían explicarlo, pero no encontraron ningún patrón claro. Hablan del estrés causado por los confinamientos, de una mala dieta… De cualquier cosa excepto de las vacunas (*).
Mitchell Lindsay, cardiólogo del Golden Jubilee, dijo: “No hay pruebas de que esto sea consecuencia de un retraso en la atención o de una oportunidad perdida. Es probable que se deba a una multitud de factores: el sedentarismo con el encierro, el estrés, la gente que ignora los síntomas porque no quiere ir al hospital. Probablemente haya entre cinco y diez causas, todas ellas relacionadas”.
Los infartos se clasifican en función de una medida que muestra el alcance de los daños en el órgano. El número de los denominados IAMCEST (infarto de miocardio con elevación del segmento ST), que se caracterizan por un daño cardíaco importante, registrado en el Golden Jubilee se ha mantenido estable durante una década, en torno a 750 al año. Sin embargo, el número de IAMCEST (IAMCEST sin elevación del segmento ST, antes conocido como IAMCEST sin onda Q), en los que hay menos daño tisular pero el riesgo de muerte es el mismo, ha aumentado durante el verano.
Los servicios de urgencias de Escocia han informado de un aumento del número de pacientes en estado crítico que han necesitado hospitalización este verano. La falta de capacidad hospitalaria ha provocado largas esperas en los servicios de urgencias y colas de ambulancias a las puertas de los hospitales.
El Golden Jubilee ha aumentado el número de camas para enfermos cardíacos de 29 a 42, lo que supone un incremento del 44 por ciento, para ayudar a los hospitales de primera línea de la región a hacer frente al aumento de infartados. Normalmente, las víctimas de infarto que se someten a pruebas y tratamiento en el Golden Jubilee son derivadas a hospitales de urgencias más cercanos a su domicilio durante su recuperación, pero ahora el centro mantiene a los pacientes en sus salas hasta que están preparados para volver a casa, para aliviar la presión en otros lugares.
El departamento de Lindsay realiza más procedimientos de angioplastia, que consisten en colocar un “stent” dentro de un vaso sanguíneo para abrirlo y mantener el flujo sanguíneo al corazón, que cualquier otro hospital de Reino Unido. Es el primer centro cardiaco de Escocia que utiliza una nueva tecnología que emplea láseres infrarrojos e inteligencia artificial para medir el alcance de la enfermedad en una arteria y determinar el tamaño del “stent” necesario. Se espera que el método, proporcionado por la empresa sanitaria Abbott, garantice que los “stents” se coloquen con mayor precisión, mejorando la salud de los pacientes a largo plazo.
(*) https://www.thetimes.co.uk/article/rise-in-heart-attacks-attributed-to-pandemic-stress-and-poor-diet-gdpn5bcgd