La sartén (Estados Unidos) le dijo al cazo (Huawei)

Desde 2012 Estados Unidos argumenta que Huawei permite a China espiar las comunicaciones a través de sus redes y ha cerrado las puertas durante casi un año a la multinacional (mientras negocia con el gobierno de Pekín). Al mismo tiempo presiona a sus sicarios occidentales para que le secunden.

La multinacional lo niega, exige pruebas y el Wall Street Journal asegura (1) que ya están encima de la mesa (porque en Washington funcionan como en la Audiencial Naciona: primero te condenan y luego buscan las pruebas).

“Tenemos pruebas de que Huawei tiene la capacidad de acceder en secreto a información personal y sensible en los sistemas que mantiene y vende en todo el mundo”, afirma Robert O’Brien, asesor de seguridad de Estados Unidos. Aunque inicialmente las mantuvieron en secreto, finalmente esas pruebas las han compartido en los últimos meses con algunos de sus sicarios.

La prueba es que, como cualquier otro fabricante, en Estados Unidos Huawei está obligado a instalar en sus equipos accesos reservados a la policía y al espionaje para interceptar las comunicaciones.

Las puertas traseras se componen de varios elementos distribuidos entre los repetidores, las capas bajas del sistema operativo y el sistema de cifrado. En todos los países el objetivo es que la policía pueda capturar las comunicaciones de los usuarios.

La teoría y las formalidades legales son conocidas, aunque no se cumplen nunca: la policía debe presentar un autorización judicial y, además, en ciertos países, debe informar al operador de la red.

En Francia a la ley sobre la “seguridad de las redes móviles”, aprobada en julio del año pasado, la llaman “ley anti-Huawei” porque son tan hipócritas que, según dicen los parlamentarios, la han aprobado para proteger a los usuarios contra el espionaje. Es al revés: la ley lo que hace es aprobar las puertas traseras para permitir que los mensajes de los usuarios sean interceptados. Combinada con la Ley de Inteligencia, el derecho a la intimidad es otra cáscara vacía, como señala NextInpact (2).

Si quiere vender móviles en Francia y en otros países, Huawei tiene que instalar puertas traseras en los dispositivos y esa es la prueba que han encontrado en Estados Unidos para asegurar que Huawei espía. Son tan cínicos que los dispositivos de la competencia, como los Nokia o Ericsson, no parecen tener puertas traseras para ellos.

El Wall Street Journal no proporciona detalles técnicos sobre las puertas traseras y su implementación por la empresa china. Desde luego que del espionaje del gobierno de Estados Unidos tampoco se dice nada. Lo único que dice es que Huawei instaló las puertas traseras en 2009 con los equipos 4G.

Sicarios tan dóciles como Reino Unido no hacen caso a la campaña de Washington y han decidido utilizar equipos de Huawei en una parte de su infraestructura de 5G. Los británicos dicen que los dispositivos de Huawei son conocidos y los han tenido en cuenta en la adjudicación.

El gran engaño de esta farsa no está tanto en las empresas que fabrican los móviles como en las que los conectan a la red. Como ha dicho Stéphane Richard, Director General de Orange, los operadores de telefonía garantizan la seguridad de las infraestructuras.

(1) https://www.wsj.com/articles/u-s-officials-say-huawei-can-covertly-access-telecom-networks-11581452256
(2) https://www.nextinpact.com/news/107546-lamendement-anti-huawei-porte-pour-backdoors-renseignement-francais.htm

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