La policía dispersa a los manifestantes que intentaban impedir una marcha de homenaje al nazi Rudolf Hess

Son muchos los que se preguntan por los motivos del ascenso del fascismo en Europa, un fenómeno que parece hoy tan espontáneo como hace 80 años, para lo cual sería necesario pasar por alto el apoyo que tiene desde todos los aparatos del Estado.

Este fin de semana ha ocurrido lo mismo, tanto en Varsovia como en Berlín, por lo que no se trata de ninguna casualidad.

El sábado en Berlín la policía dispersó a los manifestantes que intentaban impedir la marcha anual en homenaje al nazi Rudolf Hess en el aniversario de su muerte y detuvo a varios antifascistas, mientras los neonazis desfilaban por el barrio de Friedrichshain.

Primero los nazis intentaron agruparse en uno de los dos puntos de reunión que tenían preparados, la estación de Spandau, donde estaba la prisión en la que Hess estuvo preso. Pero como apenas lograron juntar a 50 de ellos, cancelaron la reunión y se unieron a una segunda cita en el barrio de Friedrichshain.

Una vez más, los antifascistas les superaron ampliamente en número. En Spandau se concentraron varios cientos de antifascistas con pancartas con lemas como “No hay sitio para los nazis” convocados por partidos políticos, sindicatos y grupos progresistas.

El segundo punto de encuentro era en Friedrichshain, un barrio famoso por su actividad bohemia y noctura y donde la policía intervino para garantizar que los neonazis pudieran desfilar impunemente.

El desfile se celebra cuando se cumple el 31 aniversario de la muerte de Hess, considerado la mano derecha de Adolf Hitler durante el III Reich. Hess fue detenido en 1941 después de volar en solitario de Alemania a Escocia con la intención de negociar un acuerdo con Gran Bretaña para repartirse las esferas de influencia.

Hess fue condenado a cadena perpetua en el juicio de Nuremberg, en el que sostuvo que no se arrepentía de nada. La antigua mano derecha de Hitler y vicepresidente del Partido Nacionalsocialista se suicidó en la prisión de Spandau en agosto de 1987 al colgarse de un cable eléctrico a los 93 años y es venerado por los neonazis como uno de los sus más grandes bandidos.

La prisión que alojó a Hess durante 40 años fue demolida por temor a que se convirtiese en sitio de peregrinación para neonazis. En ese lugar fue erigido un centro comercial.

http://www.europapress.es/internacional/noticia-policia-dispersa-manifestantes-intentaban-impedir-marcha-homenaje-nazi-rudolf-hess-20180818182918.html

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