Yo no me voy a vacunar. No porque tenga miedo de la vacuna, sino porque, y esto sé que no lo va a compartir mucha gente, a mí no me parece necesaria. Entiendo que mucha gente no acepte el ser ingenua o ignorante, pero hasta cierto punto lo están eligiendo.
Hay ciertas cosas que huelen mal, por ejemplo, la obsesión de sacar positivos de donde no los hay, casos cercanos de fallecimientos y en los que literalmente el enfermero a cargo del certificado de defunción preguntó: “¿Les molesta si ponemos COVID-19 en la causa de fallecimiento?” Aclaro que este fallecimiento no tenía nada que ver, y de hecho ni siquiera le hicieron pruebas ni autopsia.
El creador de la PCR; Kary Mullis comenta en una entrevista: “Esos test están todos basados en cosas que son invisibles y los resultados se infieren en cierto modo. La PCR no tiene que ver con eso, es tan sólo un proceso usado para producir mucha cantidad de algo desde otro algo. No te dice que estés enfermo” (1). Se refería al VIH, pero por supuesto, esto es aplicable al SARS-CoV-2. Incluso la propia OMS reconoce la existencia de falsos positivos de la PCR (2).
Para quien le interese el ámbito técnico de la PCR, hay un aspecto de la misma que son los llamados «ciclos». Explicados de forma sencilla, la PCR duplica el material genético mediante procesos térmicos junto con una enzima llamada polimerasa. Cada vez que duplicas la muestra, se considera un ciclo, es decir, si yo hago 20 ciclos, por ejemplo, es como si multiplico la muestra por 2 elevado a 20, y siguiendo esta lógica y con ayuda de una calculadora, es lógico concluir con que hacer 10 ciclos por encima de los considerados fiables, provoca falsos positivos. Lo recomendable es no sobrepasar los 25-30 ciclos (3). En todas partes, se están haciendo a 40 o incluso más. Además, el material genético que se busca es muy corto (400-500 nucleótidos) en comparación con el del genoma de un virus (30.000 aproximadamente en el caso del SARS-CoV-2).
Volviendo a lo que dice Kary Mullis, lo que se encuentra es una secuencia genética que luego es amplificada y que supuestamente es el virus, no detecta el virus en sí mismo. Si se busca en lo que se llama GenBank, una base de secuencias genéticas de los NIH (National Institutes of Health en USA) se puede apreciar que la secuencia que se introduce, es exageradamente coincidente con fragmentos del genoma humano y otros genomas de bacterias y hongos (4).
Hay otros indicios de que pasa algo, y es que los casos de gripe y otras enfermedades respiratorias se han reducido absurdamente (5). ¿Cómo se explica esto? El argumento más recurrido es el de que al usar medidas anti-COVID-19 se reducen los casos de otras enfermedades, pero, luego dicen que, por ejemplo los jóvenes no respetan las medidas, o que un porcentaje muy bajo usa la mascarilla correctamente y por eso hay subidas de vez en cuando. ¿No es esto una contradicción? O sea, no hay casos de gripe porque se usan las medidas, pero hay muchos casos de COVID-19 porque se usan muy mal.
Podría seguir mencionando contradicciones o incongruencias en todo este asunto, pero si buscas información, la contrastas, y aplicas un pensamiento crítico es fácil llegar a la conclusión de que algo está sucediendo. Puedes atribuirlo a lo que quieras: que si las élites, el Nuevo Orden Mundial, la corrupción política y social, el decaimiento del capitalismo, los Illuminatis o Paco el de la tienda de carpintería.
Está claro que juegan con el miedo, exageran las noticias, provocan pánico, y es innegable que cuando una persona tiene miedo, actúa irracionalmente. Esta estrategia del miedo ya ha sido utilizada en otras ocasiones: el antiguo régimen del siglo XVI, las potencias monárquicas del siglo XIX y el fascismo en Alemania del siglo XX, son ejemplos en los que el miedo era usado como arma.
Y el miedo impide razonar correctamente, sí, pero también posee un componente de paralización. Por ejemplo, ¿quién no se ha asustado alguna vez de pequeño con una figura extraña en su habitación de noche? Lo más probable es que si una situación así se llega a dar, la persona se queda en el sitio, como si te apuntan con un arma.
Yo no tengo miedo del virus, ni de la vacuna, ni de la gente, ni de los medios. He aplicado mi razonamiento libre de prejuicios y miedo, porque soy humano y porque soy racional.
La existencia de dios puede o no afectar a tu vida, puede o no existir, cada uno es libre (o debería) de pensar lo que quiera al respecto, pero en este caso hablamos de un problema científico-médico, y no es una cuestión de creencias o tradiciones.
Invito a todo el que lea esto a ver las referencias al final del artículo y seguir buscando información, de aplicar ese precioso pensamiento crítico y tener claras las cosas de una vez por todas.
No dejéis de pensar ni de moveros.