El Encargado de Negocios de la Misión Permanente de la ONU en Níger, Idrissa Abubacar Daddo, denuncia las “violaciones del derecho internacional contra Níger”, cometidas por el gobierno francés y la Cedeao (Comunidad Económica de los Estados de África Occidental).
En el preámbulo de la carta, fechada el 28 de agosto, Daddo señala “que desde el cambio de régimen que tuvo lugar el 26 de julio de 2023, la República de Níger ha enfrentado sanciones por parte de organizaciones regionales y subregionales, algunas de las cuales son contrarias al derecho de dichas organizaciones internacionales, al derecho internacional general y a la Carta de las Naciones Unidas, medidas que no están exentas consecuencias para la vida de la población nigerina. La República de Níger también es objeto de graves actos cometidos por la República Francesa que probablemente socaven la paz y la seguridad internacionales”.
También denuncia las sanciones adoptadas por la Cedeao, algunas de las cuales exceden las medidas previstas en los textos de la organización, en particular el cierre de fronteras y la suspensión de transacciones comerciales, que se aprobaron en violación de los textos de la Cedeao.
Las amenazas de intervención de la Cedeao constituyen una “violación de la prohibición del uso de la fuerza”, debido al incumplimiento de las normas procesales del Protocolo de Lomé así como a la falta de autorización del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas”, asegura la carta.
La Misión denuncia también una serie de “actos graves que probablemente socaven la paz y la seguridad internacionales por parte de la República Francesa”. Entre las violaciones cometidas por Francia se encuentran, en particular, “la búsqueda de medios para intervenir militarmente en Níger”, en coordinación con “las antiguas autoridades nigerinas”, así como la negativa a reconocer la decisión de la junta militar de retirar el embajador de Níger en París, pero también la negativa francesa a reconocer la denuncia de “acuerdos de cooperación y acuerdos técnicos en el ámbito de la defensa y de la seguridad”, es decir, su negativa a repatriar a los 1.500 soldados franceses presentes en territorio nigerino.
El encargado de negocios de la misión permanente de la ONU en Níger denunció también el “comportamiento de las fuerzas francesas en territorio nigerino y de sus cómplices terroristas”.
“El 9 de agosto de 2023, alrededor de las 6:30 horas, el destacamento de la Guardia Nacional de Níger (GNN) de Bourkou-Bourkou [a 30 kilómetros de la mina de oro de Samira] fue objeto de un ataque. A través de la comunicación directa con socios occidentales, el comportamiento de las fuerzas francesas fue criticado por haber liberado unilateralmente a elementos terroristas capturados. Estos últimos se agruparon en un valle del pueblo de Fitili [28 kilómetros al noroeste de Yatakala] donde se celebró una reunión de planificación con el objetivo de atacar estas posiciones militares en la zona de las tres fronteras. Los dirigentes de los elementos terroristas, en total dieciséis, fueron detenidos en tres operaciones, dos de ellas en territorio nigerino y una en territorio maliense”.
La Misión denuncia también “la repetida y continua violación del espacio aéreo nigerino” por parte de las fuerzas aéreas francesas.
El 26 de julio, tras la toma del poder por los militares, la junta ordenó al embajador francés en Níger, Sylvain Itté, que abandonara Níger en un plazo de 48 horas. Francia se negó a acatar el ultimátum, lanzado el 27 de agosto, instando a su representante a no abandonar el suelo nigerino y rechazando categóricamente las exigencias de una junta por considerarla ilegítima.
La junta nigerina exige también la salida de 1.500 soldados franceses del territorio nigerino, otra exigencia que París se niega a cumplir.