Ayer el gobierno francés anunció que modificará el polémico artículo 24 de la ley mordaza. Dos semanas de manifestaciones populares le han obligado a ello.
La ley sanciona a quienes graban y publican en redes sociales videos de la policía en acción. No sólo restringe el derecho de los periodistas a informar sobre el terrorismo policial, sino que deja desprotegidos a los vecinos de los barrios obreros, acosados periódicamente por las redadas y agresiones policiales.
Los cambios en la ley fueron anunciados por el cabecilla del partido oficialista La República en Marcha, Christopher Castaner, en una conferencia de prensa. El controvertido artículo será redactado de nuevo.
Decenas de miles de personas en las principales ciudades francesas marcharon contra este proyecto de ley el pasado sábado. En París los manifestantes incendiaron la sede del Banco de Francia.
La multitudinaria protesta se organizó después de que el jueves un productor musical negro recibiera una paliza por parte de la policía. “Actos incalificables fueron cometidos por aquellos que portan el uniforme de la República […] Se está llevando a cabo una investigación judicial y me alegro de ello”, comentó el ministro del Interior, Gérald Darmanin, ante la comisión parlamentaria.
Los policías han sido procesados y dos de ellos encarcelados en el marco de las diligencias abiertas por este nuevo caso de terrorismo policial. La acusación ha sido posible gracias no sólo a las grabaciones de vídeo, sino a su publicación en internet, que ha obligado a los jueces a tomar medidas.