El juzgado de instrucción número tres de Lérida requirió el pasado jueves a Youtube la retirada del vídeo Menti-Rós, de Pau Rivadulla, cuyo nombre artístico es Pablo Hasél. La letra de la canción arremete contra el alcalde de la ciudad, Angel Rós, del Partido Socialista de Cataluña (PSC). Al cierre de este artículo, el vídeo todavía está disponible en la red. Las rimas más polémicas son las que aluden a la muerte violenta del edil: «Te mereces un tiro»; «Que alguien le detone/mientras desayune y café se tome»; «Se merece un navajazo en el abdomen». La canción también denuncia actitudes políticas: «Deja a los bancos acumular pisos vacíos/y otros en bancos muriéndose de frío».
La pasada primavera, la Audiencia Nacional condenó al rapero a dos años de cárcel por el contenido de sus rimas. ¿Un ejemplo de sus canciones? «No me da pena tu tiro en la nuca, pepero/ me da pena el que muere en una patera». También ha escrito sobre la muerte violenta del socialista José Bono (con un piolet), del lehendakari Paxi López (con un coche-bomba) o de la familia real: «Pena de muerte a las infantas patéticas/por gastar nuestra pasta en operaciones de estética».
El conflicto interesó a nombres destacados de la escena política: Gaspar Llamazares, diputado de Izquierda Unida, expresó públicamente que «no se puede juzgar la disidencia frente al sistema de Hasél como apología del terrorismo», mientras que el periodista Hermann Tertsch calificó sus discos como «potencial para nuevo terrorismo antisistema». ¿Disidencia o terrorismo? Hasél accedió a una entrevista con El Confidencial a cambio de publicar sus respuestas íntegras. «Ya ando cansado de que me censuren o manipulen», explica.
PREGUNTA. ¿Cuáles son los límites de la libertad de expresión en España?
RESPUESTA. La libertad de expresión termina cuando empiezas a molestar de verdad. Hay infinitos ejemplos que demuestran cómo los fascistas tienen libertad incluso para amenazar de muerte y no pasa absolutamente nada. Por ejemplo, se puede escribir la frase: «Si los catalanes ejercen el derecho de autodeterminación, correrá la sangre». A los fascistas no les condena nadie cuando matan, así que tampoco va a pasarles cuando amenazan. En cambio, seguro que tarde o temprano irán a por ti si atacas al poder sin medias tintas y llegas a bastante gente.
P. ¿Cuál es su situación tras la condena a dos años de la Audiencia Nacional?
R. Se recurrió al Tribunal Supremo, pero es casi seguro que acaben diciendo lo mismo, pues a menudo son hasta peores.
P. ¿Cree que en España la libertad de expresión es menor que otros países occidentales? El rapero Ice-T no fue la cárcel por la canción Cop Killer (Asesino de policías), ni tampoco Paris por el tema Bush Killa, donde fantaseaba con un atentado contra Bush padre.
R. Sí, ni siquiera en EEUU, el país más genocida de la historia, hay tan poca libertad de expresión. Allí hay raperos que hablan de lucha armada contra el gobierno o contra la policía y jamás han sido detenidos. También es un factor a tener en cuenta que yo apoyo a un partido revolucionario ilegalizado como es el PCE(r). A lo que más teme el sistema es a la organización comunista. Mi partido es consecuente en los hechos, no como otros que sólo lo son de nombre. Por eso, en la canción en la que más hincapié hicieron en mi detención fue en Libertad camarada Arenas, dedicada al secretario general del PCE(r), condenado a cadena perpetua encubierta, sin haber pegado un tiro en su vida y al que se le ha negado hasta la asistencia médica. Allí no hablaba de culpables tiroteados.
P. ¿Por qué cree que el terrorismo es un asunto tan delicado si ha desaparecido de Europa?
R. La lucha armada es uno de los asuntos más incómodos, por supuesto, pero ha habido juicios contra periodistas por destapar fechorías de la familia real, por ejemplo. Lo hemos visto con el caso de la portada de El jueves, los procesos contra militares que denuncian los desmanes del ejército y contra Arnaldo Otegi por referirse a Juan Carlos I como «el rey de los torturadores». Hay cosas que intentan ocultarse, por ejemplo la situación de las presas políticas, donde se violan los derechos humanos. Si van a por mí no es solamente por no condenar la lucha armada de los oprimidos contra los opresores.
P. Hombres G tiene una canción de apología del terrorismo, que se titula Matar a Castro. ¿La censura es una cuestión ideológica?
Sí. También hay grupos nazis en total impunidad que hablan de asesinar a inmigrantes. No voy a citar nombres para no darles publicidad. Es lógica esta diferencia en un Estado que asesina a inmigrantes hasta con cámaras de seguridad grabando. No creo que se deba poner en un mismo plano el discurso nazi y el comunista porque defendemos posturas totalmente opuestas. Eso interesa a los medios de manipulación, que a la hora de la verdad acaban defendiendo a los nazis, como se ha visto en el caso de Jimmy, de los Riazor Blues. No es lo mismo atacar a un político rico a costa de nuestra precariedad o miseria que a un inmigrante inocente. Tampoco es equiparable apoyar la lucha armada contra las injusticias que apoyar la violencia del estado que las perpetúa. Yo denuncio a los que sostienen este sistema criminal. Eso no tiene nada que ver con defender que un nazi pueda decir que hay que asesinar a una persona por su color de piel. Precisamente, yo lucho contra la libertad que hoy en día tiene esa escoria. Su libertad es nuestra cárcel, por eso o mandan los capitalistas o mandamos nosotros, la inmensa mayoría. No es posible el término medio porque mientras estén arriba habrá explotación e injusticias.
P. ¿No hay solución con las normas del sistema?
R. Mientras los capitalistas tengan el poder, no existirá libertad para decir lo que digo. En Cuba hay raperos que van de la mano con los yanquis que quieren invadirlos y la Policía jamás les han entrado a casa como a mí. Me refiero a grupos de hip-hop como Los Aldeanos. En el Estado español ese delito, el de apoyar a una potencia que quiera invadir, está penado con muchísimos años de prisión. Aun así, ellos atacan a un gobierno del pueblo y yo ataco a un Estado burgués enemigo del pueblo, tampoco puede ponerse en el mismo plano. Allí son demasiado blandos con sus enemigos y aquí no tienen escrúpulos con quien defiende a la gente.
P. ¿El hip-hop contribuye a la lucha política?
R. El rap nació como música no controlada por el sistema, otra cosa es que la industria supiera de su poder e invirtiera millones en hacerla esclava suya, quitándole contenido revolucionario. En EEUU se decía que «el rap es la CNN de los barrios”, en el sentido de que contaba lo que los medios de manipulación ocultaban. Gran parte de esa esencia se ha perdido, pero estoy convencido de que, poco a poco, se irá recuperando, porque la misma situación obliga a posicionarse y a denunciar. Aunque no se haya leído a Lenin, los raperos pueden ver lo que pasa en las calles. El rap anticapitalista ha concienciado a muchos jóvenes y así seguirá siendo, le guste al poder o no. Si quieren ejercer la censura, saldrán muchos más.
P. ¿Qué opina del cambio de clima político en España? Después de la explosión social del 15M llegaron los disturbios de Gamonal, el empuje de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca, la defensa social de Can Vies, el auge de las tertulias políticas en horario de máxima audiencia con protagonismo para Ada Colau, Podemos o el Sindicato de Trabajadores Andaluces (SAT)… ¿Qué expectativas políticas tiene?
R. El SAT, Ada Colau y Podemos tienen algo en común: son pacifistas. Por eso el Estado no les teme en exceso. Salen diciendo: “Nosotros sólo apoyamos la lucha pacífica”. Eso es algo que le conviene al Estado en el sentido de que paran luchas más contundentes. Si no frenaran esa rabia, en las calles habría más gamonales y por lo tanto, más conquistas. Hay militantes del SAT que piensan distinto, pero sus voceros tienen ese discurso apagafuegos. Renegar de la violencia revolucionaria, que es autodefensa ante los ataques de la burguesía, es renegar de muchísimos derechos que hoy tenemos gracias a esas formas de lucha y también es legitimar la represión. Sólo hace falta ver a Pablo Iglesias tras las marchas de la dignidad del 22 de marzo de este año diciendo que el peso de la ley tenía que caer sobre quienes se habían defendido a pedradas de la brutalidad policial, como si fuera un tertuliano de Intereconomía. Alguien que condena la autodefensa del movimiento popular no está en nuestro bando, menos si lo hace a conciencia como él y no por ignorancia, que es distinto.
P. ¿Hay libertad de expresión en la política?
R. No verás en horario de máxima audiencia, ni en ningún otro, a anticapitalistas que hablen claro como Juan Manuel Olarieta (detenido por dar una charla) o como Pepe Balmón, porque el sistema sí teme su discurso, que llevado a la práctica es el único que puede solucionar esto. No hay más solución que la revolución que acabe con la raíz del problema: el capitalismo. Podemos es otro partido del sistema que no pretende acabar con este y que ya tiene un programa que es una burla y que hasta el PSOE de hace años superaba. Retrasa la conciencia haciendo creer que con el capitalismo hay salidas dignas. Aquí realmente gobierna la oligarquía financiera: gane Podemos o no, ellos seguirán en el poder.
P. ¿Hay alternativas al sistema?
R. La única alternativa a la barbarie es el poder de la clase obrera. Habrá represión hasta que nos hagamos con el poder. Cuanto más fuerte esté el movimiento revolucionario, más represión habrá, aunque a la vez podremos conquistar algunos derechos fruto de luchas contundentes. Gamonal y Can Vies hicieron acobardarse a los ayuntamientos a base de barricadas, no de debates suaves en platós. Todavía está por llegar lo peor de la crisis capitalista y todo lo que conlleva. Un militante revolucionario tiene mucho que ganar y a la vez muchos palos que soportar.
Pero ‘Podemos’ tiene carta blanca para enaltecer el terrorismo:
Más información: A Pablo Hasel le cierran sus cuentas en las redes sociales
Campaña contra la censura:
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