Es una empresa complicada: a la Guerra de Ucrania no se le ve un alto el fuego cercano y, mientras tanto, hay que seguir enviando armas, a pesar de que Estados Unidos se desentiende y los arsenales europeos están vacíos.
La mayor parte de los países europeos siguen aferrados a la demagogia de la “ayuda” a Ucrania, aunque el objetivo es ayudarse a sí mismos debilitando a Rusia lo más posible.
Europa quiere y no puede. Tras el Golpe de Estado fascista de 2014 impuso a Ucrania el triste papel de carne de cañón, pero no puede enviar armas porque no las tiene. En Bruselas las sustituyen por planes para tenerlas. El 19 de marzo Ursula von der Leyen y Kaja Kallas presentaron el libro blanco para la defensa europea (1) con la infalible estrategia del “puercoespín de acero”.
Bruselas tiene que trabajar para “convertir Ucrania en un puercoespín indigerible para potenciales invasores”, dijo Von der Leyen (2). Palabra por palabra, es lo mismo que dijo hace unos días el antiguo primer ministro británico Boris Johnson. A los europeos les faltan armas y les sobran frases.
Detrás de la palabrería todo es mucho más simple: hace falta dinero para que los 27 países de la Unión Europea se lo gasten en fabricar armas. Pero, ¿de cuánto dinero estamos hablando? Kallas pidió 40.000 millones y le dieron sólo 5.000 millones.
Kallas tampoco logró que los socios europeos apoyaran su plan de “ayuda“ a Ucrania.
Tras el fracaso, la Unión Europea, estudia un nuevo mecanismo de financiación del rearme con terceros países. La Unión Europea ha dejado claro que no es capaz de cubrir las lagunas en materia de guerra y rearme.
Por lo tanto, una de las consecuencias más importantes de la Guerra de Ucrania es que tanto la OTAN como la Unión Europea han salido tocadas. Necesitan inventar algo, otro tinglado, diferente de ambas. Las grandes potencias gastan mucho tiempo y dinero creando instituciones que luego no sirven para cumplir el papel que tienen asignado.
El nuevo tinglado ya tiene nombre. En el siglo XIX se hubiera llamado “Santa Alianza” y estaría bendecida por el papa. Ahora se confirman con menos: una institución intergubernamental llamada “Mecanismo Europeo de Defensa” (EDM) que incluirá a Reino Unido, Noruega y Suiza y se encargará de los préstamos para el rearme.
El plan es británico y consiste en la formación de un fondo supranacional que implicaría préstamos en los mercados de capitales y la centralización de las compras de defensa con el fin de reducir los costos, o sea, como si fuera una cooperativa de consumo.
El viernes la Unión Europea discutirá la propuesta de la EDM, elaborada el equipo de análisis económico Bruegel (3), que tiene su sede en Bruselas, donde ya están expectantes por saber qué países entran, que países quedan fuera, quién va a gestionar el dinero y cómo va a hacerlo.
(1) https://ec.europa.eu/commission/presscorner/detail/fr/ip_25_793
(2) https://www.economist.com/europe/2025/04/06/how-europe-hopes-to-turn-ukraine-into-a-steel-porcupine
(3) https://www.bruegel.org/policy-brief/governance-and-funding-european-rearmament
Descubre más desde mpr21
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.