En octubre de 2015, poco después del inicio de su intervención militar en Siria, el ejército ruso llegó a un acuerdo con Estados Unidos y sus secuaces sobre el terreno para evitar incidentes, especialmente en el espacio aéreo. Ambas partes establecieron una línea de comunicación entre los dos mandos.
En abril de 2017, tras los ataques estadounidenses contra la base siria de Al-Shayrat, Rusia suspendió el acuerdo. Sin embargo, dada la complejidad del teatro de operaciones, especialmente en lo que respecta a los actores implicados (Siria, Turquía, Israel, Estados Unidos, Rusia], la comunicación se restableció.
No obstante, incluso mientras la comunicación estaba abierta, se registraron varios incidentes militares.
“Los aviones de la coalición operan ahora a diario muy cerca de los Sukhoi rusos y de los aviones Mig sirios, todo ello en medio de los sistemas de defensa tierra-aire de las fuerzas armadas rusas y sirias. Esto ilustra la complejidad de la situación […] Varios incidentes recientes que podrían haber tenido graves consecuencias y haber cambiado la cara de esta crisis lo ilustran”, señaló el general André Lanada, jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, durante una audiencia en el Senado en 2017.
Estados Unidos continúa sus misiones aéreas en el este de Siria y mantiene tropas en la provincia de Deir Ezzor para saquear los pozos de petróleo. También mantiene tropas en la provincia de Homs, en el sector estratégico de Al-Tanf, cuyo control bloquea el eje Damasco-Bagdad.
En Al-Tanf el ejército estadounidense entrena al grupo yihadista Maghaweir Al-Thowra (“Comandos de la Revolución”).
En los últimos meses, tras la Guerra de Ucrania, la coexistencia con la fuerza aérea rusa se ha vuelto cada vez más complicada, según ha declarado a la revista Air & Space Forces el general Alexus G. Grynkewich, comandante de la Afcent, la fuerza aérea del Centcom, el mando americano para Oriente Medio y Asia Central (*).
Según Grynkewich, las fuerzas rusas están enviando aviones a las dos zonas donde Estados Unidos mantiene tropas en Siria sin previo aviso, en contra de los acuerdos. “Antes, nos llamaban. Ahora han dejado de hacerlo”, dice.
“Cuando entramos en el espacio aéreo [que los rusos controlan], les avisamos”, añade. El general también detecta una “postura más agresiva” del ejército ruso.
“Esto parece ser el resultado de la llegada [a Siria] de los comandantes rusos que participaron en la invasión de Ucrania […] Para mí, es muy preocupante”, dice Grynkewich.
La intención de Estados Unidos no es echar leña al fuego, “pero tenemos la obligación de estar atentos al comportamiento ruso. Nos aseguramos de que no supongan una amenaza para nuestras fuerzas”, concluye.
(*) https://www.airandspaceforces.com/russia-increasing-very-concerning-behavior-in-syria-afcent-commander-says/