Los directores de los servicios de inteligencia israelíes y estadounidenses, la CIA y el Mosad se reunieron el viernes en el marco de las negociaciones en torno a una tregua en Gaza, según fuentes israelíes, que acusan a Hamas de endurecer su posición.
“El director del Mosad, David Barnea, se reunió ayer [viernes] con el director de la CIA, Bill Burns, como parte de los esfuerzos en curso para avanzar hacia otro acuerdo para liberar a los rehenes” retenidos en Gaza, según un comunicado difundido por la oficina de Netanyahu.
“Los contactos y la cooperación con los mediadores continúan en un intento de reducir las diferencias y avanzar hacia acuerdos”, asegura el comunicado. Pero “por el momento, Hamás mantiene sus posiciones como quien no está interesado en un acuerdo y trata de inflamar la región durante el Ramadán”, dicen los israelíes.
Como anunciamos ayer, Hamas ha convocado movilizaciones durante el Ramadán, lo que pone de manifiesto que las negociaciones están en punto muerto. Qatar amenaza con expulsar a los dirigentes de Hamas del país si no puede convencerlos de aceptar un acuerdo sobre los rehenes, dice el Wall Street Journal.
El portavoz de la sección militar de Hamas afirmó que “no harán concesiones” en sus exigencias de un alto el fuego definitivo en la Franja de Gaza y una retirada de las tropas israelíes a cambio de cualquier acuerdo sobre la liberación de los rehenes.
Anoche el portavoz del ejército israelí, el contralmirante Daniel Hagari, indicó que Israel se estaba preparando “para todos los escenarios operativos posibles” durante el Ramadán y acusó a Hamas de “impedir un alto el fuego humanitario”.
Estados Unidos, Qatar y Egipto están intentando llegar a un acuerdo sobre una pausa en los combates antes del Ramadán, que comienza a principios de la próxima semana, pero las negociaciones hasta ahora no han tenido éxito.
El viernes Biden afirmó que será difícil lograr un alto el fuego antes del Ramadán.
Estados Unidos quiere secar las fuentes de financiación de Hamas
Las presiones contra Hamas arrecian en todos los frentes. Jesse Baker, subsecretario del Tesoro estadounidense para Asia y Oriente Medio en la Oficina de Financiamiento del Terrorismo y Crímenes Financieros, instó al gobierno libanés a impedir el flujo de fondos a Hamas.
El jueves Baker viajó a Beirut para reunirse con políticos y financieros libaneses, a los que transmitió la preocupación de la Casa Blanca por el flujo de fondos de Hamas a través del Líbano, así como de fondos de Hezbolllah procedentes de Irán.
La amenaza fue muy clara: en un momento de bancarrota de Líbano, Estados Unidos exige que el gobierno cumpla las normas internacionales contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo. De lo contrario, no habrá inversiones de Estados Unidos y otros países del mundo que rescaten al gobierno libanés de su quiebra.