El director general de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), Jesús Gascón, anunció ayer que el Ministerio de Hacienda prepara una norma que permita entrar a la Inspección en domicilios de personas físicas y empresas, sin necesidad de avisar al contribuyente.
Gascón, en el transcurso de su intervención ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados explicó que «hay aspectos en los que se produce un choque de derechos que son difíciles de resolver».
Esta reforma viene a colación de una Sentencia del Tribunal Supremo que declara ilegal que Hacienda entre en el domicilio particular o social de un contribuyente por mera sospecha (“corazonada o presentimiento”) de fraude. La respuesta de Hacienda a este criterio es cambiar, por tanto, las normas de juego.
El Supremo rechaza de forma contundente la entrada en los domicilios de los administrados amparándose en una autorización judicial de un juzgado contencioso-administrativo, obtenida sin motivación. En concreto, el tribunal “exige que esté conectada con un procedimiento inspector, ya abierto y notificado al contribuyente”.
Esta reforma legal apunta sobre todo al manejo de dinero en efectivo, donde puede haber pequeños márgenes de fraude. Es decir, no es una reforma orientada a la gran defraudación originada en la evasión fiscal o en las grandes transacciones financieras, sino al «con IVA o sin IVA» del fontanero de la esquina o al bar de turno.