A menudo la táctica israelí de decapitación selectiva se presenta como un ejemplo de eficacia, aunque su alcance estratégico sea muy limitado, excepto para provocar a toda costa una amplia escalada regional, e incluso internacional.
El año pasado los asesinatos de varios altos dirigentes libaneses de Hezbollah, incluido Hassan Nasrallah, no permitieron a Israel derrotar militarmente a la organización libanesa, ni tampoco que ocupara la capital libanesa, Beirut, o al menos el sur del Líbano.
Lo mismo ocurre con la eliminación de varios dirigentes palestinos de Hamas, tanto políticos como militares. No permitió que Tel Aviv pudiera tomar bajo control la Franja de Gaza, un territorio de poco más de 300 kilómetros cuadrados. Ni siquiera lo ha logrado con las masacres masivas de civiles palestinos.
La única opción para que el eje Washington-Tel Aviv-Londres derrote a Irán es una operación de invasión terrestre a gran escala, lo cual es casi inimaginable. La tríada ni siquiera puede permitirse una invasión de ese tipo para aplastar a los huthíes de Yemen.
En cuanto a la red de traidores internos que colaboran con el enemigo, a pesar de su experiencia en el sabotaje, no está en condiciones de derrocar al gobierno iraní, como se demostró en 2022.
En lo que se refiere a la respuesta de Irán, tiene la fuerza suficiente para hacer mucho daño no sólo a Israel, sino también a sus cómplices: Estados Unidos, Reino Unidos, la Unión Europea y los aliados de la región.
A diferencia de Ucrania, Israel no puede aceptar que se le imponga una guerra de desgaste y cree que las decapitaciones fulminantes pueden resolver en un instante lo que nunca han logrado ganar en un campo de batalla.
Un general israelí pronostica la derrota de su ejército
El general israelí Amos Gilad predice que la guerra contra Irán podría resultar en una derrota estratégica para Israel. En declaraciones al Canal 12, Gilad dijo que estaba preocupado por el deterioro de la situación y cuestionó la entrada en una guerra sin el apoyo militar de Estados Unidos. “El sitio de Fordow, enterrado en las profundidades del subsuelo, requiere ayuda de Estados Unidos”, explica el general israelí.
Si Israel quedara aislado, Irán podría acelerar su programa nuclear porque su ejército no puede desmantelar las instalaciones nucleares de Irán por sí solo.
Irán no retrocederá sin luchar, añade Gilad, quien señala que el choque podría durar mucho tiempo y dañar la base estratégica de Israel. “Los iraníes tienen la intención de seguir lanzando misiles, y tienen los medios para hacerlo. Países como China y Rusia también podrían aliarse con ellos”, comenta.
Una continuación de la guerra sin coordinación internacional es un peligro estratégico, advirtiendo que una agresión mal calculada podría aislar diplomáticamente a Israel y debilitarlo estratégicamente.
Tercer caza F-35 derribado
El sábado los medios públicos iraníes informaron de la destrucción de un tercer avión de combate israelí F-35 en el espacio aéreo iraní, después de dos destrucciones previas y la captura de un piloto. El aparato fue derribado por los sistemas de defensa antiaérea terrestres, el piloto sobrevivió y fue capturado.
Military Watch ha comprobado la veracidad de las afirmaciones iraníes. La gran mayoría de los escuadrones de combate israelíes están obsoletos, por lo que tienen que confiar en los F-15 y F-16, que sólo disparan misiles a distancia.
Los F-35 son los únicos que tienen cierta capacidad de supervivencia en misiones de penetración en el espacio aéreo profundo iraní. Pueden sobrevolar objetivos, como centrales nucleares, para lanzar bombas gravitacionales de gran diámetro, cuya capacidad de penetración es muy superior a la de los misiles aerotransportados. Eso es imprescindible contra objetivos subterráneos fortificados, como la central nuclear de Natanz.
‘Una destrucción sin precedentes’
Durante la noche Irán ha lanzado una salva de misiles y drones hacia el corazón de Israel, alcanzando varios objetivos en Tel Aviv, Bat Yam y Rishon LeZion. El más importante de estos ataques afectó directamente al Instituto Weizmann, uno de los principales centros de investigación estratégica de Israel y una piedra angular de su complejo militar-industrial.
Los medios de comunicación israelíes informan que los colonos israelíes expresan “miedo, caos y confusión” después de que varios misiles iraníes alcanzaran edificios en las regiones centrales por la noche, causando una destrucción masiva.
Michael David, que dirige el comando del frente interno en Tel Aviv, dijo a Ynet que se trataba de “un evento de una magnitud sin precedentes”.
La alcaldesa de Bat Yam, Tzvika Brot, confirmó que 61 edificios resultaron dañados, seis de los cuales serán demolidos debido a el colapso de su estructura.
En Rishon LeZion, el impacto fue igual de severo. Según los informes de los medios de comunicación israelíes, dos personas fallecieron y al menos otros 19 resultaron heridos cuando los misiles impactaron en zonas residenciales. Además, decenas de vehículos fueron destruidos, los techos colapsaron y Los escombros cubrieron las calles.
Una capa de polvo en un automóvil llevaba el mensaje: «¿Cuánto tiempo más?»
Baruch, un anciano colono israelí que participó en la Guerra de los Seis Días, le dijo al periódico Maariv: “Nunca había visto algo así en toda mi vida […] Estoy muy asustado”.
La censura impuesta por el ejército israelí a las imágenes de los sitios atacados, con el pretexto de que el enemigo las analiza para mejorar su puntería, alimenta la especulación sobre la magnitud de los daños y el número de víctimas.
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