El diario The Washington Post ha publicado un informe del Security Force Monitor (SFM) del Instituto de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Columbia, que analiza miles de noticias e imágenes para identificar los aviones de combate que Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos han utilizado en Yemen.
La conclusión del informe es que «una parte sustancial de los ataques aéreos fueron realizados por aviones desarrollados, mantenidos y vendidos por compañías estadounidenses y por pilotos que fueron entrenados por el ejército estadounidense«.
Esto, a pesar de la promesa de febrero de 2021 del presidente Joe Biden de poner fin al apoyo de Estados Unidos a las «operaciones ofensivas» en la guerra liderada por Arabia Saudí, una promesa que se ha eludido repetidamente a través de la venta de armas y contratos de mantenimiento por valor de 500 millones de dólares.
“Este es un análisis absolutamente devastador del apoyo de Estados Unidos a la guerra liderada por Arabia Saudí en Yemen”, tuiteó el Comité de Amigos sobre Legislación Nacional (FCNL) del grupo pacifista cuáquero. “Nuestra complicidad continua es una mancha en el alma de nuestra nación”.
La semana pasada, un grupo bipartidista de 48 legisladores de la Cámara presentó una Resolución de poderes de guerra que ordena «la eliminación de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos de las hostilidades en la República de Yemen que no han sido autorizadas por el Congreso».
“Es fundamental que la administración Biden tome las medidas necesarias para cumplir su promesa de poner fin al apoyo de Estados Unidos a la desastrosa guerra liderada por Arabia Saudí en Yemen”, explicó el representante Peter De Fazio, uno de los patrocinadores principales de la resolución.
«No deberíamos involucrarnos en otro conflicto más en el Medio Oriente», agregó, «especialmente una guerra brutal que ha creado la mayor crisis humanitaria del mundo y ha contribuido a la muerte de al menos 377.000 civiles».
El informe también llega cuando Biden se prepara para visitar Arabia Saudí en las próximas semanas en un intento por impulsar las relaciones con el reino rico en petróleo, en medio de precios récord del combustible impulsados por la guerra en Ucrania, a pesar de la promesa de campaña de hacer que los líderes de la nación «paguen los precio» por su papel en el espeluznante asesinato del periodista Jamal Khashoggi.
La decisión de Biden de visitar el reino fundamentalista, uno de los peores violadores de derechos humanos del mundo, contrasta con la exclusión de los líderes cubanos, nicaragüenses y venezolanos por parte de Estados Unidos de la Cumbre de las Américas que se está celebrando en Los Ángeles, supuestamente debido a la falta de democracia y respeto a los derechos humanos en esos países.
Fuente: Common Dreams