Ayer la Armada india anunció que había enviado tres destructores y un avión militar al Mar Arábigo para “mantener una presencia disuasoria”, tras una serie de ataques dirigidos contra mercantes. Los buques estarán acompañados de un avión de patrulla marítima P8I.
El despliegue naval se produce tras una serie de ataques contra buques mercantes orquestados por los rebeldes huthíes. Su objetivo es mantener una presencia disuasoria.
El gobierno de Delhi también anunció el envío de un destructor capaz de lanzar misiles al golfo de Adén, frente a la costa de Yemen, para “incrementar sus esfuerzos contra la piratería”.
Alrededor de 20.000 barcos pasan cada año por el Canal de Suez, que conecta el Mediterráneo con el Océano Índico y transporta el 12 por cien del comercio marítimo mundial.
A mediados de diciembre un mercante con bandera maltesa fue atacado en el Golfo de Adén, mientras que el sábado un dron alcanzó a otro en el Mar Arábigo. El barco atacado, el MV Chem Pluto, navegaba bajo bandera de Liberia, aunque pertenece a un armador japonés. El lunes estaba amarrado frente al puerto de Bombay. El mismo día, dos petroleros, uno gabonés y otro noruego, así como un destructor estadounidense, también fueron atacados por drones lanzados por los huthíes.
En noviembre un carguero israelí resultó alcanzado en el Océano Índico por un ataque con drones. Según el Pentágono los hutíes han lanzado más de 100 ataques contra buques mercantes vinculados a más de 35 países y los yemeníes amenazan con continuar con ellos, mientras no ingresen alimentos y medicinas en Gaza.