Al New York Times le ha costado más de un año darse cuenta de que Ucrania es un Estado nazi al más puro y rancio estilo (*). Antes decían que eso era propaganda rusa para justificar la invasión militar de Ucrania.
Como si no tuvieran corresponsales para que lo vieran sobre el terreno, o como si no miraran las fotos. Los soldados ucranianos nunca han escondido los parches de sus uniformes con los símbolos que el III Reich hizo mundialmente famosos.
La iconografía nazi en Ucrania resplandeció en 1941 tras el ataque hitleriano a la URSS. En aquel momento, mientras unos resisten al fascismo, otros se someten a él para crear un Estado “independiente” bajo el paraguas nazi.
La caída de la URSS y el Golpe de Estado de 2014 auparon de nuevo a los nazis a lo más alto, bendecidos por la OTAN y la Unión Europea. Nunca estuvimos más cerca de Hitler que ahora. Desde 1945 nunca los fascistas de todos los colores habían sido proclamados como “héroes nacionales”.
Mientras, en España algunos mendigan votos para poner coto a la “extrema derecha”. El fascismo es bueno para Ucrania, pero malo para los demás países de Europa. Hace falta ser idiotas de remate para aguantar los discursos de los reformistas hispánicos.
La “extrema derecha” es Vox (y sólo Vox), pero no los que en Ucrania portan los emblemas de los guardias de los campos de concentración. Hay que desnazificar España, pero a Ucrania hay que dejarla tal cual está, no sea que le hagamos el caldo gordo a Putin.
(*) https://www.nytimes.com/2023/06/05/world/europe/nazi-symbols-ukraine.html