El viernes el monopolio francés Orano (Areva) que extae el uranio de Níger ha indicado que ya no tiene reservas suficientes de los productos químicos necesarios para procesar la materia prima. Las sanciones de la Cedeao impiden que Orano pueda abastecerse de elementos esenciales para procesar el mineral.
Níger atraviesa actualmente una crisis política que está teniendo graves repercusiones en varios sectores de actividad del país. El 26 de julio, un golpe de Estado perpetrado por el CNSP derrocó al régimen del presidente Mohamed Bazum. Los colonialistas franceses condenaron entonces el golpe.
Entonces, la Cedeao adoptó una serie de sanciones contra Níger, cuyo impacto asestó un duro golpe a su economía. Orano, el gigante francés del uranio presente en Níger desde hace muchas décadas, anunció el cese de la extracción de uranio.
El monopolio indica que ya no tiene reservas suficientes de los productos químicos necesarios para procesar la materia prima.
Las sanciones de la Cedeao impiden que Orano pueda abastecerse de elementos esenciales para procesar el uranio. La mayor parte de este suministro procedía de Benín, pero debido a las sanciones, las fronteras entre Benin y Níger están cerradas.
La frontera de Benín es crucial para la economía nigerina, porque por allí transitan muchas mercancías. Esta situación corre el riesgo de provocar grandes pérdidas a la empresa Orano.
Níger es un actor importante en el suministro mundial de uranio.
Desde el golpe de Estado y la imposición de sanciones draconianas, el precio del uranio ha experimentado fluctuaciones en el mercado internacional. Muchos países europeos exportan uranio desde Níger.
Ante la inestabilidad política, los occidentales corren el riesgo de recurrir a nuevos mercados, como Kazajstán, Canadá y Australia.