Desde que Francia perdió su sitio en el Sahel, sus medios de comunicación vienen desatando una campaña contra Rusia (a veces dicen “Wagner”) en la que utilizan a ciertas ONG para concluir que Rusia/Wagner se está apropiando o aprovechando a las minas, bien de niquel, o de oro, o de uranio, en el caso de Níger.
Como se trata de medios franceses, casi nadie se ha hecho eco de esa campaña intoxicadora. Pero ahora le ha llegado el turno a la agencia Bloomberg que toma el relevo de periódicos como Le Monde con mucha más eficacia: Rusia expulsa a Francia de las minas de uranio de Níger.
Como se ve, Níger no pinta nada, ni expulsa a nadie. Quien manda es Rusia que, por lo demás, hace lo mismo que Francia: aprovecharse de la miseria de un país africano. La conclusión es la que tantas veces oímos: son todos iguales, todos quieren lo mismo, todos persiguen el dinero…
Sin embarg, en la letra pequeña, Bloomberg cuenta así la historia: el gigante nuclear ruso Rosatom se ha dirigido a las nuevas autoridades militares de Níger para comprar los activos de la empresa francesa Orano (la antigua Areva) que, por ciento, tiene paralizadas las minas por razones obvias.
Las conversaciones aún están en sus primeras fases. Ni siquiera hay negociaciones, añade Bloomberg. Los términos de una posible transacción no se han definido, de manera que quien sólo lea los titulares de la agencia sacará conclusiones muy precipitadas.
Como ya hemos explicado en entradas anteriores, la Unión Europea ha catalogado a la energía nuclear con la etiqueta de “verde” por lo que cabe esperar una multiplicación de las centrales nucleares en un futuro inmediato, si la Agenda 2030 sale adelante y si Europa consigue uranio para sus reactores, lo cual no está nada claro.
Como consecuencia de la nuclearización rampante, el precio del uranio ha alcanzado un máximo de 17 años, en parte debido a las sanciones contra Rusia, y en parte a la interrupción de las exportaciones de Níger, que tiene algunas de las minas de uranio de mayor calidad de África.
En marzo también relatamos que los diplomáticos estadounidenses visitaron Níger para hacer lo que mejor saben, presionar y amenazar para evitar el tipo de situaciones que Bloomberg intuye. Los medios acusaron entonces a Niamey de vender uranio a Irán.
Para acabar de cerrar el círculo, una delegación nigerina asistió por primera vez al evento emblemático de la industria nuclear rusa, el foro Atomexpo, organizado en Sochi por Rosatom.
No es sólo Estados Unidos, ni sólo Francia: la Unión Europea deberá ponerse a pensar de dónde va a sacer el uranio necesario para sus centrales nucleares, un problema que se suma al del gas y al del petróleo… Demasiados problemas al mismo tiempo en época de elecciones.