En el capitalismo se llaman buitres a las grandes masas de capital especulativo que se nutren de empresas en crisis. Fanáticos de las rebajas, los fondos buitre buscan gangas por todas las bolsas del mundo.
La bancarrota de España ha convertido a las empresas españolas en la carroña perfecta con la que alimentarse: Bankinter, FCC, Sacyr, Red Eléctrica, Abengoa, Bankia…. son algunas de las que han caído en las garras de las rapaces, aunque sus favoritas son las inmobiliarias.
Ya están aquí. Los buitres se llaman Apollo, Cerberus, Kennedy Wilson, Värde Partners, TPG, Goldman Sachs o Blackstone. Algunos están a punto de desembarcar en nuestro ecosistema: George Soros, Pimco Wilbur L. Ross, Leon Black y Paul Singer.
La llegada de esos intrusos ha disimulado la profundidad de la bancarrota económica española hasta el punto de que el gobierno ha lanzado las campanas al vuelo más de una vez. Se ha olvidado de que los buitres son aves migratorias, que han venido para especular y marcharse en cuanto llenen los bolsillos de carroña.
La oligarquía financiera española está intranquila ante la ola de opas, opvs, salidas a bolsa y reestructuraciones de los consejos de administración. El suele se mueve bajo sus pies. No sabe quién se sienta a su lado, ni qué objetivos persigue.
En voz baja dicen que el manoseado “fin del bipartidismo” y la crisis política no son más que un reflejo del desembarco de los buitres, que los oportunistas del estilo Albert Rivera son monaguillos de los oportunistas bursátiles. Pero mientras estos se irán tarde o temprano, los otros se quedarán.
Al final serà repartida Como Portugal?