¿Es inevitable la guerra en el Mar de China Meridional?

El fallo del Tribunal Internacional de la Haya favorable a Filipinas en su disputa marítima contra Pekín en el Mar de China Meridional agudizó este mes las tensiones en la región. Sin embargo, días después 11 países asiáticos decidieron sentarse a la mesa de negociaciones y llegar a un acuerdo.“Al menos en teoría, esto ha sido la demostración gráfica de cómo la negociación del tipo ‘todos ganan’ se hace en Asia”, escribe el periodista Pepe Escobar.

La importancia estratégica del Mar de China Meridional reside en las rutas que lo surcan y por las que cada día pasan la mitad de los buques comerciales del mundo, transportando la tercera parte del petróleo y las dos terceras partes del gas líquido, lo que se traduce en 5 billones de dólares anuales de comercio. Además, para Pekín este mar está fuertemente vinculado con el proyecto apodado “Nueva Ruta de la Seda”.

Esta semana representantes de China y de los 10 países que forman la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) -Malasia, Indonesia, Brunei, Vietnam, Camboya, Laos, Myanmar, Singapur, Tailandia y Filipinas- se reunieron en Laos y concluyeron sus negociaciones con el compromiso de “reducir las tensiones”. Pero para que esto fuera posible, Filipinas se vio obligado a aceptar una condición de Pekín: no mencionar el fallo de La Haya en la declaración final de la reunión.

Según el experto, llegar a un acuerdo, incluso entre los diez países de la ASEAN, ha sido una “tarea de Sísifo”, lo que resulta aún más notable teniendo en cuenta la política de China, que prefiere negociaciones bilaterales y aplica la táctica “divide y vencerás” para imponer sus intereses en la región.

El Pentágono no renunciará a su programa de Libertad de Navegación que, además de los pasos habituales de sus buques de guerra en el Mar de China Meridional, ahora incluye también los vuelos de los bombarderos B-52.

A esto Pekín responde, por ejemplo, presumiendo de sus bombarderos H-6K con capacidades nucleares, que sobrevuelan el Bajo de Masinloc (Scarborough), en disputa con Filipinas, lo que aumenta la “paranoia” del Pentágono, porque “el juego verdadero en el Mar de China Meridional gira principalmente en torno a estrategia militar aérea y submarina de China”, explica Escobar.

Más de la mitad del PIB de China procede del comercio mundial, que depende de su acceso al Mar de China Meridional. Sin embargo, este mar está salpicado de distintos islotes, arrecifes, y atolones con su mar patrimonial que, en caso de pertenecer a otros países, pueden impedirle a Pekín su acceso al mar abierto.

Asegurar su acceso estratégico a los mares abiertos ha sido el objetivo principal de Pekín durante años, según el presidente de Instituto Nacional de China para los Estudios del Mar de China Meridional, Wu Shicun. Occidente prefiere interpretarlo como la intención de China de convertir el mar en un “lago chino”, lo que genera una profunda desconfianza entre ambas partes.

Mientras Pekín tiene claro que su costa debe ser protegida cueste lo que cueste, Washington, fiel a su punto de vista excepcionalista, cree que tiene que tener acceso absoluto a los siete mares como “base para su imperio de bases militares”.

Sin embargo, el poderío militar de China ha traspasado la línea, no solo cuando tiene suficiente fuerza para defender sus intereses estratégicos, como la isla de Hainan, sino también para “proyectar su fuerza con el objetivo de amenazar el libre acceso al Pacífico”.

Washington sigue una estrategia de “denegación de acceso”, pero Pekín ha desarrollado su propia estrategia sofisticada, que incluye ciberataques, submarinos con misiles de crucero y misiles balísticos antibuques que -según Escobar- son “la pesadilla absoluta para los carísimos portaviones estadounidenses, blancos facilísimos para China”.

En respuesta y en el marco de su ultrasecreto programa Pacific Vision, el Pentágono elabora el concepto de batallas aire-mar, para ser capaz de atacar todos los centros del mando y control chinos a través de un cúmulo de “operaciones quirúrgicas”. A esto China responde con el desarrollo de “misiles balísticos de alcance muy largo que suponen una amenaza letal para el ‘imperio de bases’”.

Lo que quiere Estados Unidos es mantener la hegemonía militar sobre todo el Mar de China Meridional, por lo que ve a China como su segunda amenaza principal, justo después de Rusia y su poder nuclear.

China, en cambio, ya se ve en la posición de competir con esta hegemonía. A Pekín no le interesa ninguna intervención militar contra ningún país de ASEAN, ya que será dañino para los negocios, por lo que prefiere soluciones diplomáticas. “Pero no deje engañarse, en algún momento en el futuro habrá una confrontación muy seria entre China y Estados Unidos sobre el ‘acceso’ al Mar de China Meridional, concluye el experto.

https://actualidad.rt.com/actualidad/214717-inevitable-guerra-mar-china-meridional-

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