En Andalucía Podemos relevará a Izquierda Unida como socio de gobierno del PSOE

La presidenta andaluza Susana Díaz ha optado por convocar elecciones autonómicas ahora porque las encuestas le dan un triunfo amplio. En voz baja los socialistas andaluces afirman que están cerca de la mayoría absoluta, pero sin llegar a ella.
La posibilidad de revalidar la presidencia cuando Podemos todavía no se ha organizado y cuando el PP está bajo mínimos, ha sido un móvil mucho más potente que la posibilidad remota de que Izquierda Unida rompiera el pacto a medio plazo, a pesar de las presiones que hubiera podido ejercer Alberto Garzón, candidato de IU a la presidencia del Gobierno y poco amigo de la coalición con el PSOE.
Las dos primeras encuestas publicadas después de la convocatoria de elecciones para el 22 de marzo no dan del todo la razón a Susana Díaz en su decisión de anticipar las elecciones andaluzas porque, aunque presagian la victoria del PSOE, no lo hacen con la rotundidad que cabría esperar a la vista de la anticipación electoral.
El sondeo de Sigma Dos publicado otorga al PSOE el 34,7 por ciento de los votos (43-45 escaños), frente al 30,2 por ciento del PP (39-42), al 15,6 por ciento de Podemos (17-19) y al 8,2 por ciento de IU (5-7).
La encuesta de Gad 3, muy semejante a la anterior, otorga al PSOE el 36,4 por ciento de los votos (43-36 diputados), frente al 32,7 por ciento del PP y al 13,5 por ciento de Podemos (15-17 diputados). También en este caso el declive del bipartidismo se confirma: si en 2012, PP y PSOE llegaban al 80,1 por ciento de los votos, ahora apenas alcanzarían el 69,1 por ciento.
Estas encuestas dibujan la posibilidad de pactos con sorpresas. La mayoría absoluta en el parlamento de 109 escaños está en 55 diputados, por lo que el PSOE no la alcanzaría ni aun reproduciendo su alianza con IU. Para establecer comparaciones, conviene recordar que el PSOE obtuvo en las elecciones autonómicas de 2012 el 39,5 por ciento de los votos, por lo que perdería ahora más de cinco puntos.
Lo mas probable es que Susana Díaz tenga que gobernar en minoría, con dos pactos posibles: el pacto PSOE-Podemos y la gran coalición PSOE-PP, un milagro por la que rezan Bonilla y sus secuaces.
Pero los milagros no existen. En circunstancias normales, la alianza PP-PSOE, aparte de resulta muy difícil de justificar para los respectivos electorados, sería letal para el PSOE. Basta recordar lo que le ha ocurrido al Pasok griego tras su alianza con Nueva Democracia.
Por lo tanto, no hay nada nuevo sino un intercambio de cromos. Más de lo mismo. Podemos va a desempeñar en Andalucía el papel de socio de gobierno que Izquierda Unida venía desempeñando hasta ahora. ¿Qué es lo que cambia?

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