El 28 de marzo la Bolsa de Petróleo y Gas Natural de Shanghai (SHPGX) hizo historia al anunciar el primer acuerdo de importación en yuanes de 65.000 toneladas de gas licuado procedente de Emiratos Árabes Unidos. China National Offshore Oil Company (CNOOC) y la francesa TotalEnergies cerraron el acuerdo, y TotalEnergies confirmó que el gas licuado importado procedía del país del Golfo.
El presidente de la SHPGX, Guo Xu, afirmó que el acuerdo era “un intento significativo de promover la fijación de precios multidivisa, la liquidación y el pago transfronterizo en el comercio internacional de gas licuado. También proporciona un nuevo canal para que los agentes internacionales participen en el mercado chino, contribuyendo así a la creación de un nuevo modelo de doble circulación en China” (1).
La liquidación en yuanes del comercio internacional de gas licuado es un “importante avance en la reforma china del petróleo y el gas orientada al mercado, que contribuirá a promover la vinculación de los mercados internacional y nacional”, añadió.
El cambio se produce después de que el presidente chino, Xi Jinping, anunciara en diciembre del año pasado, durante una visita histórica a Riad, que su país debería “utilizar plenamente” el SHPGX como plataforma para llevar a cabo la liquidación en yuanes del comercio de petróleo y gas (2).
El acuerdo representa una ruptura con la práctica de décadas de realizar las ventas mundiales de petróleo exclusivamente en dólares estadounidenses. Es posible que los franceses también hayan recurrido al yuan, debido a la aguda escasez de suministros de gas ruso al continente europeo, o tengan reservas de moneda china que quieran utilizar.
El acuerdo fue una sorpresa, ya que Macron no suele dar pasos de este tipo sin la aprobación de Estados Unidos. En cuanto a Emiratos Árabes Unidos, la medida forma parte de una tendencia más amplia entre los países del Golfo a abrirse a China tras la retirada estadounidense de Afganistán y el cambio de política regional de Washington (3).
El pago en yuanes también se produce tras la polarización mundial por la guerra de Ucrania y demuestra aún más la reticencia de los Estados del Golfo a alinearse contra Rusia, China y otros adversarios de Estados Unidos. La decisión de Emiratos no puede disociarse de los cambios que se están produciendo en el mundo. Abu Dhabi y Riad perciben el desequilibrio global de poder y han decidido ampliar los márgenes de sus relaciones internacionales.
La creciente aceptación del yuan
Dados los actuales cambios mundiales, el yuan es cada vez más aceptado como moneda internacional. Desde que Xi Jinping asumió el cargo, China ha firmado acuerdos con varios países en su moneda local para desafiar el dominio del dólar estadounidense en el comercio mundial.
Como resultado, el yuan se ha convertido en la quinta moneda de pago del mundo, la tercera moneda de liquidación comercial y la quinta moneda de reserva. Representa ahora el 7 por cien de todo el comercio de divisas del mundo y ha experimentado la mayor expansión de su cuota de mercado en los últimos tres años.
Con la reanudación del crecimiento económico de China y la mayor apertura del mercado financiero, la función de inversión y cobertura del yuan ha aumentado gradualmente. Un informe COFER (“Currency Composition of Official Foreign Exchange Reserves”) del Fondo Monetario Internacional (FMI) indica que “el porcentaje de dólares estadounidenses en las reservas de los bancos centrales ha disminuido un 12 por cien desde 1999, mientras que el porcentaje de otras divisas, en particular el yuan chino, ha mostrado una tendencia al alza con un aumento del 9 por cien durante este periodo”.
Las liquidaciones transfronterizas acumuladas de yuanes procesadas en Xinjiang (oeste de China), el centro financiero entre China y Asia Central, superaron los 100.000 millones de yuanes (14.000 millones de dólares) ya en 2013 y alcanzaron los 260.000 millones de yuanes en 2018. Las reservas de dólares son cada vez menores y la influencia de Estados Unidos está disminuyendo en la economía mundial, lo que presenta una oportunidad para las monedas regionales y los sistemas de pago alternativos.
El auge del petroyuan
Desde 2009 Pekín ha aplicado una política para reducir su dependencia del dólar estadounidense en las transacciones comerciales. Esta política incluye el pago de la mayoría de sus mercancías en mercados extranjeros en su moneda local, el establecimiento de líneas de crédito mutuas con varios bancos centrales de todo el mundo y la negociación con países de Asia occidental y el norte de África para que utilicen el yuan en sus intercambios comerciales. Estos esfuerzos han empezado a dar fruto recientemente, con la adopción parcial de la moneda china por parte de varios gobiernos asiáticos.
Irak es uno de los países que han adoptado parcialmente el yuan para el comercio. En febrero el banco central irakí anunció su intención de permitir la liquidación directa en yuanes de las transacciones comerciales procedentes de China, con el fin de mejorar el acceso a las divisas y compensar la escasez de dólares en los mercados locales, debida en gran parte a las medidas de la Reserva Federal sobre las transferencias de dinero que salen de Irak para evitar que lleguen a Teherán y Damasco. Egipto también anunció su intención de emitir bonos en yuanes el pasado mes de agosto.
Rusia desempeñó un papel importante en el cambio de valor del yuan al firmar el acuerdo sobre el gasoducto oriental Rusia-China y convertir las monedas de pago del gas del dólar estadounidense al yuan chino y al rublo ruso.
El yuan se ha convertido en un actor importante en el comercio exterior de Rusia, ya que su participación en los pagos de importaciones pasó del 4 por cien en enero del año pasado al 23 por cien a finales de año. La cuota del yuan en las exportaciones pasó del 0,5 por cien al 16 por cien en el mismo periodo.
Durante su viaje a Arabia Saudí, el presidente chino animó a los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) a utilizar el SHPGX para las transacciones energéticas en yuanes. Durante la visita, China y Arabia Saudí firmaron acuerdos comerciales por valor de más de 30.000 millones de dólares, lo que marca el auge del petroyuan.
Rusia, Irán y Venezuela -aliados de China- suman el 40 por cien de las reservas probadas de petróleo de la OPEP+, y el CCG, otro 40 por cien (4). Si estos tres Estados liquidan sus exportaciones energéticas en yuanes, el petroyuan ha llegado para quedarse.
Una respuesta a las sanciones estadounidenses contra Rusia
En enero el ministro saudí de Finanzas, Mohammed al-Jadaan, declaró que “el reino está abierto al comercio en divisas distintas del dólar estadounidense para mejorar los intercambios” (5). A pesar de ser un aliado incondicional de Estados Unidos durante décadas, Riad está estrechando sus lazos con socios comerciales clave, incluido Pekín, ya que China importó más de 500 millones de toneladas de petróleo crudo y más de 100 millones de toneladas de gas natural, incluidos 63,44 millones de toneladas de gas licuado el año pasado.
Este giro hacia las monedas nacionales en el comercio mundial se debe, en parte, a la política de sanciones de Washington contra Rusia (6). Riad sigue ahora una tendencia creciente a protegerse contra el uso del dólar estadounidense en el comercio, ante el temor de que Estados Unidos utilice su moneda como arma para el comercio y para imponer sanciones.
La tendencia a utilizar monedas locales en las cadenas mundiales de suministros ha seguido madurando, destacando el anuncio de dos planes de inversión a gran escala en China por parte del gigante petrolero saudí Aramco. El primer plan prevé la construcción de una planta integrada de refinado y productos químicos en la provincia de Liaoning, mientras que el segundo prevé que Aramco adquiera una participación del 10 por cien en Rongsheng Petrochemical Company (7).
Mientras tanto, el emirato de Dubai ha abierto sus puertas al comercio de divisas chinas en su centro financiero mundial, y Brasil y China han acordado abandonar el dólar y utilizar sus monedas locales en las transacciones comerciales. Además, Brasil y Argentina anunciaron que estaban empezando a trabajar en el lanzamiento de una moneda común para sus transacciones comerciales, denominada Sur.
El yuan seguirá desempeñando un papel residual
Los petrodólares se refieren a los dólares estadounidenses utilizados para comprar petróleo crudo como resultado de un acuerdo de 1974 entre Washington y Riad. Aquel acuerdo no sólo preveía la defensa militar del reino mediante garantías estadounidenses, sino también un flujo constante de compras en el extranjero de bonos y deuda del Tesoro estadounidense, una estrategia para reciclar los petrodólares a Washington a través de las reservas de Arabia Saudí.
Esta estrategia transformó la capacidad de los Estados árabes ricos en petróleo de utilizar sus recursos energéticos contra las políticas occidentales perversas en una poderosa arma económica para los estadounidenses, que de la noche a la mañana se convirtieron en los amos del mercado del petróleo. Ahora, sin embargo, con la rápida actuación de China para desafiar este sistema, el ascenso del petroyuan frente al declinante petrodólar está en el punto de mira mundial.
El acuerdo de China con TotalEnergies es un paso adelante en la batalla a largo plazo de China para reducir el poder y el alcance de la hegemonía del dólar estadounidense (8). Se avecinan más movimientos de este tipo. “Aunque es probable que el dólar siga siendo la divisa mundial dominante en un futuro previsible, el auge del llamado petroyuan cobrará impulso a medida que China aproveche su condición de mayor importador de petróleo del mundo”.
Arabia saudí está considerando la posibilidad de aceptar el pago de sus exportaciones de petróleo a China en yuanes, una moneda que seguirá adquiriendo una importancia creciente en el comercio mundial de petróleo.
Sin embargo, los acuerdos petroleros con países de Oriente Medio no suponen una amenaza para el dólar estadounidense (9). Es poco probable que sustituya a corto plazo al dólar estadounidense como principal moneda de fijación de precios en la industria del petróleo y el gas. La probabilidad de que el yuan sustituya al dólar como moneda de fijación de precios es aún menor debido a los controles de capital en China y a la falta de convertibilidad del yuan.
A la mayoría de los países de Oriente Medio les sigue interesando mantener la fortaleza del dólar, y es probable que, en un principio, cualquier avance hacia la aceptación de pagos en otras divisas sea mínimo. Las divisas de Oriente Medio están vinculadas al dólar estadounidense y aceptar pagos en otras monedas aumenta el riesgo cambiario.
(1) https://www.globaltimes.cn/page/202303/1288160.shtml
(2) https://www.reuters.com/article/china-saudi-arabs-xi-idAFL1N32Z107
(3) https://arabcenterdc.org/resource/the-biden-administration-and-the-middle-east-in-2023/
(4) https://www.afr.com/world/asia/a-new-world-energy-order-is-taking-shape-20230104-p5ca8k
(5) https://www.bloomberg.com/news/articles/2023-01-17/saudi-arabia-open-to-talks-on-trade-in-currencies-besides-dollar
(6) https://www.middleeastbriefing.com/news/saudi-arabia-to-trade-in-currencies-other-than-the-us-dollar/
(7) https://www.ft.com/content/9e091abb-9463-4f7c-a78f-1b95d0e1130b
(8) https://www.asiafinancial.com/china-settles-first-lng-trade-in-yuan-in-latest-hit-to-dollar
(9) https://www.scmp.com/comment/opinion/article/3203902/why-chinas-yuan-oil-push-middle-east-no-threat-us-dollar