El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas utiliza una herramienta de inteligencia artificial para rastrear las plataformas sociales e identificar cualquier publicación de los solicitantes de visado que sea despectiva hacia Estados Unidos.
Se llama Giant Oak Search Technology (GOST) y clasifica las puntuaciones de una persona en las redes sociales del uno al 100. La base de datos se puede buscar utilizando identificadores como el nombre, la dirección, la dirección de correo electrónico y el país de origen de una persona.
Después de pulsar en un individuo específico, el servicio de inmigración revisa las imágenes recopiladas de las cuentas de redes sociales del sujeto y de otros lugares, y darles una calificación de aprobación o desaprobación. También puede observar los perfiles de redes sociales de la persona y su “gráfica social” para ver sus conexiones con otras personas.
GOST ha sido utilizado por el servicio de inmigración y múltiples instituciones públicas desde 2014. El precio pagado a Giant Oak es de más de 10 millones de dólares desde 2017.
Fue parte de un programa piloto de 2016 llamado Programa Piloto de Redes Sociales Patriot de HSI (Investigaciones de Seguridad Nacional) que se centró en posibles infractores de estancia excesiva en “países de interés”.
La Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras, la policía antidrogas (DEA), el Departamento de Estado, la Fuerza Aérea y la Oficina del Servicio Fiscal, que forma parte del Tesoro de Estados Unidos, también han pagado por Giant Oak durante los últimos diez años.
Los registros indican que el contrato entre el DHS y Giant Oak finalizó en agosto de 2022.
El sitio web de GOST afirma que aprovecha la información de la web abierta y profunda y aplica parámetros de búsqueda centrados en patrones de comportamiento en lugar de etiquetas de identidad.
En 2019 el gobierno de Trump impuso a los solicitantes de visado la entrega de las cuentas en redes sociales que hayan utilizado en los últimos cinco años. El Departamento de Estado y el Departamento de Seguridad Nacional pueden conservar esta información indefinidamente, compartirla con otras instituciones públicas y revelarla a gobiernos extranjeros.
En 2019 a un estudiante de Harvard le negaron la entrada en Estados Unidos a causa de la actividad de sus amigos en las redes sociales.