El Vaticano apuesta por un caballo ganador: Bashar Al-Assad

El Jefe del Estado del Vaticano, el argentino Bergoglio, ha enviado una carta al Presidente sirio Sashar Al-Assad en el que, después de seis años de guerra, le dice que comparte el dolor del pueblo sirio y condena toda clase extremismos, antes de llamar a “todas las partes implicadas” a trabajar para evitar la prolongación de la guerra.

El nuncio apostólico en Damasco, Mario Zenari, ha remitido la carta del Para argentino al Presidente sirio. En ella Bergoglio pide a la “comunidad internacional” que se esfuerza para poner fin a la guerra y restablecer la paz en un país, como Siria, que era un modelo de convivencia entre distintas culturas y distintas religiones.

Zenari ha estado al frente de la Nunciatura de Siria desde que comenzó la guerra en 2011. Al asumir su ascenso, Zenari señaló que “esta púrpura es para el pueblo sirio, golpeado por una guerra civil que dura ya más de cinco años”. Asimismo ha asegurado que después del consistorio “seguirá sirviendo a Siria”.

“La situación es verdaderamente muy alarmante, se han superado los cuatro millones de refugiados en los países cercanos y los más de siete millones y medio de desplazados internos. Además de los muertos y los heridos… está la amenaza de la ‘bomba de la pobreza’. Casi 60 por ciento de la gente no tiene trabajo, los precios aumentan: la ‘bomba de la pobreza’ hace mal y golpea a todos”, dijo Zenari en su toma de posesión.

Por su parte Bashar Al-Assad ha felicitado al nuncio Zenari por haber sido nombrado cardenal, ya que es extraño que a un nuncio en funciones se le nombre cardenal estando en ejercicio. También dice que es importante para Siria el ascenso de Zenari en la jerarquía vaticana.

“El gobierno y el pueblo de Siria están resueltos arestablecer la seguridad y la estabilidad en su país. Trabajamos aún en un compromiso que es el mejor medio de lograrlo”, ha dicho el Presidente sirio.