En un intento de acabar con la oposición a las vacunas, un decreto del gobierno italiano ha establecido su obligatoriedad para todos los trabajadores sanitarios y los farmacéuticos.
Las muertes y los efectos secundarios causados por las vacunas están desatando un fuerte movimiento de oposición entre los sanitarios. En los hospitales grupos de trabajadores rechazan las inoculaciones.
El primer ministro Mario Draghi ha dicho que los trabajadores sanitarios y farmacéuticos que se nieguen a vacunarse serán despedidos antes de finales de año.
Ayer el Gobierno italiano declaró que el objetivo de la imposición forzosa de las vacunas es “proteger al máximo al personal médico y paramédico, así como a las personas que trabajan en los entornos más expuestos al riesgo de infección”.
El decreto también introduce la protección legal de quienes administran las vacunas, una medida que los sanitarios han reclamado después de que los médicos fueran acusados de homicidio tras la muerte de un hombre vacunado en Sicilia.
La decisión del gobierno italiano animará al británico a hacer lo mismo. Italia ya desempeñó un papel crucial en la introducción del confinamiento en Gran Bretaña y Occidente el año pasado. En diciembre, el mequetrefe Neil Ferguson reveló que Italia había reforzado la confianza de los funcionarios británicos a favor del confinamiento.
Los planes del gobierno de Boris Johnson filtrados el mes pasado revelan que los trabajadores de los asilos ingleses también estarán obligados por ley a recibir la vacuna. Se están estudiando requisitos similares para otros trabajadores sanitarios, como los que trabajan en las salas de los hospitales.
Un documento del comité del gobierno advierte que un gran número de trabajadores sanitarios podría dimitir si se impone la vacunación obligatoria y que sería posible emprender acciones legales invocando los derechos humanos. El equipo está estudiando un requisito legal similar para algunos trabajadores sanitarios de primera línea, como los de los servicios, aunque no se ha tomado ninguna decisión al respecto.
El Primer Ministro Boris Johnson y el Secretario de Estado Hancock han discutido en repetidas ocasiones los progresos que se están realizando para vacunar a los trabajadores sociales y han acordado poner en marcha una legislación que exija la vacunación entre los trabajadores.
El gobierno parece dispuesto a cambiar la legislación para exigir la vacunación a los trabajadores sanitarios, aunque los detalles aún se están concretando. Los funcionarios están debatiendo actualmente la forma que podría adoptar la legislación y se espera una consulta sobre una propuesta final detallada.
La respuesta adecuada sería que mucho antes de finales de año los despedidos serán ellos. Así que a coordinarse y preparar acciones adecuadas para juzgar a estos genocidas; a esta dictadura mundial.
Ese genocida de Draghi, al más puro estilo de la mafia italiana, amenaza a los médicos. A ver qué hará cuando en 2022 se quede su sistema sanitario desmantelado. ¿O esa es su intención? Los que no mate o incapacite la vacuna, despedidos. Yo, si fuera médico allí, tendría muy claro lo que haría.
https://www.nosmintieron.tv/grupo-de-32-jueces-acusan-a-los-lideres-mundiales-de-cometer-crimenes-de-lesa-humanidad/?fbclid=IwAR3aig0ee_HTqZGGiM8JkOS9NXRDn5P7XbGHDoRJYBvdcwMRfDfnSsXz0Uc
Las democracias occidentales son así de emprendedoras; si se tienen que reconvertir en dictaduras- por el bien de la gente, eso sí- pues lo hacen. Como premio reciben unos eurillos para sus gastos y el aplauso de sus ciudadanos más ejemplares. ¿Cómo pueden ser criticables? ¿ Es que acaso se puede actúar mejor?