El jueves el cabecilla israelí del Mossad, Yossi Cohen, reconoció el asesinato de dirigentes de Hamás en el extranjero, informó Mishpacha, un periódico israelí ultra ortodoxo.
En una entrevista con Mishpacha, reproducida por el Times of Israel, Cohen dijo “que hay más de unos cuantos asesinatos, pero el enemigo [Hamás] ha cambiado de táctica”, señalando que “no nos atribuye rápidamente el asesinato, por sus propias razones”.
Sin embargo, añade, “si hay un objetivo que estamos eliminando sin dudarlo, son los funcionarios de Hamás en el extranjero, desde los agentes locales hasta los que gestionan las adquisiciones de armas dirigidas contra Israel”.
El jefe de los asesinos asegura que sus crímenes no son actos de venganza, sino simplemente la eliminación de amenazas.
Cuando le preguntan sobre la afirmación del dirigente militar iraní Qasim Soleimani de que Israel le había atacado junto con el dirigente de Hezbolá Hassan Nasrallah en Beirut en 2006, Cohen confirmó que “con el debido respeto, [Qasim Soleimani] no ha cometido un error que lo coloque en la prestigiosa lista de objetivos del Mossad”.
Cohen añade que Soleimani “sabe muy bien que su asesinato no es imposible. Sus acciones se identifican y se sienten en todas partes… No hay duda de que la infraestructura que ha construido representa un serio desafío para Israel”.
Sobre Irán dic que “Israel no está interesado en un conflicto con Irán… Israel sólo tiene un interés: impedir que Irán adquiera una capacidad nuclear militar”.
“No queremos que el régimen se derrumbe, no queremos vengarnos de los científicos nucleares o de las bases de bombas en Teherán. En última instancia, Israel quiere llevar a Irán a la mesa de negociaciones y concluir un acuerdo que bloquee cualquier opción de capacidad nuclear militar”.
Subrayó que Irán no es actualmente “en absoluto” una amenaza existencial sino un “reto de seguridad”, lo que cambiaría si adquirieran armas nucleares.