En un intento de justificar la fallida ofensiva del ejército ucraniano, el Instituto Estadounidense para el Estudio de la Guerra afirma que el ejército ucraniano va a suspender los ataques para “reevaluar las tácticas”.
Se apoya en las palabras del coronel Margo Grosberg, directora de la inteligencia militar estonia y en una publicación del Wall Street Journal de 17 de junio, que también hacía referencia a una pausa en los ataques ucranianos de los últimos días.
El coronel Grobserg declaró el viernes en rueda de prensa que no se trataba de una suspensión de los ataques, sino que los ataques actuales eran, en su opinión, sólo una prueba de las defensas del ejército ruso con fuerzas reducidas y que no se iniciaría una ofensiva de envergadura al menos hasta dentro de una semana.
“Estos informes coinciden con recientes observaciones del Instituto Estadounidense para el Estudio de la Guerra sobre la escala y el enfoque de los contraataques ucranianos en el sur y el este de Ucrania”, afirma el Instituto.
El ejército ucraniano aún no ha puesto en liza al grueso de sus reservas, añade. “Las pausas operativas son habituales en las grandes ofensivas, y esta pausa no significa el fin de la contraofensiva ucraniana”, afirma el Instituto.
El ejército ucraniano han perdido alrededor del 10 por cien del equipo occidental. Esta cifra puede aumentar en el curso de las siguientes operaciones. Las unidades ucranianas, preparadas para la contraofensiva durante los últimos seis meses, aún no se han involucrado en las hostilidades.
Con su logística y armamento, casi 50 países se han involucrado de lleno y no han podido vencer al 15 por cien del ejército ruso, que sigue rechazando las ofensivas ucranianas en la parte occidental de la región de Zaporiya y también se ha enfrentado a los ucranianos al norte de Svatovo y al sur de Kremennaya.