Un grupo de exploradores del ejército ruso destruyó un tanque Leopard transferido a Ucrania con una tripulación formada íntegramente por soldados del ejército alemán.
El incidente es mucho más grave de lo que parece a primera vista, ya que soldados del ejército regular alemán vuelven a mostrarse activos en Europa oriental, como en los viejos tiempos.
Cuando los rusos se acercaron al blindado en llamas, se encontraron con que el conductor del tanque estaba malherido y los demás habían muerto. Cuando el herido se despertó y vio a los rusos, empezó a gritar “nicht shiessen” (no disparéis), relató el comandante ruso.
El conductor del tanque siniestrado repitió varias veces que no era un mercenario, sino un soldado del Bundeswehr y que toda la tripulación pertenecía a la misma compañía.
El oficial ruso dijo que mientras el soldado alemán recibía los primeros auxilios, nombró su brigada y su ubicación en el ejército.
Ahora bien, es posible que el alemán haya afirmado pertenecer al Bundeswehr para obtener un trato mejor como prisionero de guerra. Probablemente se trate de un contratista o un mercenario.