Si además el “Financial Times” considera que Podemos es una organización de extrema izquierda, como dicen, todo resulta aún más extraño. ¿Cómo es posible que los especuladores de la City bendigan a un grupo político de extrema izquierda?
En principio sólo se nos ocurre una posibilidad: Podemos no es lo que “Financial Times” dice que es, o sea, la extrema izquierda, sino más bien lo contrario. Por consiguiente, lo que “Financial Times” bendice es una mixtificación o, en otras palabras, un fraude.
Los grandes financieros son más papistas que el Papa, porque si Podemos ni siquiera se califica a sí mismo como de “izquierda”, ¿como es posible que en la City londinense no sólo los califiquen así sino que los pongan en un extremo?
La bendición se convierte en una santificación si tenemos en cuenta que no es la primera vez que “Financial Times” elogia a Podemos. En noviembre del año pasado ya apoyaron a esta “extrema izquierda” en su propósito de reestructurar la deuda española. El artículo se titulaba “La izquierda radical tiene razón sobre la deuda europea”, por lo que las altas finanzas están insistiendo machaconamente en su calificación de Podemos como “izquierda” y además “radical”.
El artículo de noviembre ponía a Podemos en un pedestal: incluso era mucho mejor que otras organizaciones “radicales” europeas, como el partido alemán Die Linke (La Izquierda) o el griego Syriza. De los partidos radicales que han surgido en Europa, decían los buitres de las finanzas, “al que hay que prestar más atención es a Podemos” porque tiene “un enfoque coherente para gestionar el riesgo económico posterior a la crisis”.
¿Cómo es posible que el capital financiero atente contra sus propios intereses? Naturalmente porque “Financial Times” no representa a todos los intereses del capital financiero internacional, sino sólo a una parte. ¿Cuál es esa parte? Aquella que dentro de la Unión Europea está frontalmente enfrentada a la Unión Europea; más en concreto, aquella que viene denunciando a la moneda única, es decir, Cameron, los llamados “euroescépticos” ingleses, enfrentados a los planes europeístas de Alemania y, en especial, de Merkel.
No hay más que seguir la negociación que Alemania mantiene con Syriza sobre la deuda exterior de Grecia, donde no quieren quitar ni un céntimo, para contrastarla con la generosidad de la que “Financial Times” hace gala. Con el dinero ajeno, el alemán, los especuladores de Londres parecen una ONG.
El capital financiero internacional, como cualquier otro, no forma una unidad y la fracción que se está declarando a favor de Podemos y de la política económica que Podemos representa, procede precisamente de su sector más reaccionario, estrechamente aliado a la política imperialista de Estados Unidos, por lo que no es de extrañar que consideren a Podemos como la “extrema izquierda”. Ya se sabe: los extremos se tocan, y que Podemos y el ala más reaccionaria del partido conservador británico sintonicen no es tan extraño como parece. Les une un mismo enemigo. “El enemigo de mi enemigo es mi amigo”, podrían recitar.
Las nuevas organizaciones políticas del estilo de Podemos y similares son la herramienta perfecta en las pugnas que en Europa unos imperialistas mantienen con otros. No sólo pueden contar con un caballo de Troya en Grecia (Syriza) o en España (Podemos) sino que, además, “Financial Times” considera que Die Linke puede ser su pica en Flandes: en el propio corazón de la Alemania de Merkel.
El imperialismo siempre encuentra sorprendentes compañeros de cama. “Financial Times” no sólo bendice un fraude como Podemos sino algo que va mucho más allá: el cambio de alineamiento de España en el escenario internacional. La ruptura del bipartidismo es el comienzo de la ruptura del alineamiento tradicional de España con Alemania a través de la Unión Europea. El nuevo papel que Estados Unidos ha adjudicado recientemente a la base aérea de Morón de la Frontera es un proyecto estratégico, impensable si Washington no confiara en la fidelidad absoluta de quien llegue a La Moncloa, cualquiera que sea, especialmente si se trata de Podemos.
Muy buen artículo, comparto una reflexión relacionada con el Financial Times:
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Un saludo.